EN LA VERDAD Y EN LA CARIDAD ESTÁ EL CAMINO DE LA PAZ: MENSAJE DEL PAPA A PARTICIPANTES EN EL ENCUENTRO INTERNACIONAL DE CIENCIA PARA LA PAZ (30/06/2023)

El Santo Padre Francisco envió este 30 de junio un mensaje, fechado el día 31 del mes pasado, a los participantes en el II Encuentro Internacional “Ciencia para la Paz”, inaugurado en la ciudad de Téramo, en Italia. El Pontífice exhorta en su mensaje a los hombres y mujeres de ciencia para ejercer la investigación como una forma de caridad dirigida a “apoyar la construcción de una proximidad renovada”. Transcribimos a continuación el texto de su mensaje, traducido del italiano:

A S.E. Mons. Lorenzo Leuzzi
Obispo de Téramo-Atri

En ocasión del II Encuentro Internacional “La ciencia por la paz” – Nuevos discípulos del conocimiento: el método científico en el cambio de época”, promovido por la Diócesis de Téramo-Atri, en colaboración con la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, con el motivo del IX centenario de la muerte del Santo Patrono San Berardo, deseo hacer llegar a los organizadores, a los conferencistas y a los participantes mi saludo y mi deseo por un fructífero desarrollo de los trabajos. Dirijo también mi pensamiento a las autoridades académicas y científicas, a los invitados de las instituciones nacionales y europeas y a todos los hombres y mujeres comprometidos en la investigación científica.

Su asamblea eligieron un tema de notable interés, que ofrece una perspectiva rica en esperanza para el futuro de la humanidad. Ser hombres y mujeres de ciencia, de hecho, es una vocación y, al mismo tiempo, una misión, una forma específica de caridad: la intelectual.

Hablando de la caridad intelectual, una de las grandes figuras del siglo XIX, el Beato Antonio Rosmini, afirmaba que verdad y caridad están Unidas por un vínculo fundamental: la búsqueda y el estudio de la verdad son parte imprescindible de un auténtico servicio de caridad y, al mismo tiempo, la caridad vivida y ejercida, lleva al hombre a un conocimiento cada vez más pleno de la verdad, hasta abrirse al don de Dios y dejarse poseer por él. Es por eso que – dice el sacerdote de Rovereto – es necesario: «custodiar […] contemplar e indagar la verdad, promoviendo de manera óptima e incansable su conocimiento entre los hombres» (cf. Constituciones del Instituto de la Caridad, n. 789).

En el cambio de época que estamos viviendo, la caridad intelectual no puede ser encerrada en los recintos de los centros de investigación o reservada solo a los “Interesados en los trabajos”, sino que debe animar y apoyar la construcción de una renovada proximidad, como señalé en la Encíclica Fratelli tutti (cf. nn. 3-4). Es urgente, entonces, que quienes están involucrados en la investigación científica descubran la responsabilidad histórica de su compromiso en los distintos ámbitos del saber, superando la tentación de aislarse en esferas particulares, para promover una nueva cultura del conocimiento.

San Pablo VI hablaba de tal desafío cuando, a su llegada a Milán como Arzobispo en 1954, decía: «El hombre moderno tiene el hambre y la posesión de los medios, pero no tiene el ansia por los fines. Es un gigante ciego». Hoy la caridad intelectual debe suscitar en la persona el “pensar en grande”. Es en la unidad armónica de conocimiento y amor, de fe y razón que encuentra paz en su búsqueda y puede realizar modelos culturales y sociales capaces de responder verdaderamente a las propias necesidades (cf. Fratelli tutti, n. 185).

Las nuevas generaciones esperan encontrar discípulos del conocimiento de similar calibre, para prepararse y ser protagonistas en la historia y así contribuir al incremento de una sólida cultura. El desafío no es pequeño, y por ello concluyó evocando nuevamente el mensaje que San Pablo VI en la clausura del Concilio Vaticano II, dirigió a los hombres de pensamiento y de ciencia: «¡Sigan buscando, sin cansarse, sin nunca desesperarse, la verdad! Recuerden las palabras de 1 de sus grandes amigos, San Agustín: “Busquemos con el deseo de encontrar, y encontremos con el deseo de seguir buscando”. Felices aquellos que, poseyendo la verdad, la siguen buscando para renovarla, para profundizarla, para entregarla a los demás. Felices aquellos que, no habiéndola encontrado, caminan hacia ella con corazón sincero: ¡que ellos encuentren la luz del mañana con la luz del hoy, hasta la plenitud de la luz!» (San Pablo VI, Mensaje a los hombres de pensamiento y de ciencia, 8 de diciembre 1965).

En la verdad y en la caridad está el camino de la paz, y una búsqueda iluminada por la verdad en la caridad (cf. Ef 4, 15) sentará cimientos cada vez más sólidos para la construcción de una sociedad pacífica armónicamente ordenada para su fin, en el respeto a la persona y en agradecida correspondencia a los dones de Dios.

Animado por estos sentimientos, me alegra enviar a todos los reunidos mi bendición, que con gusto extiendo a los fieles de esta Diócesis de Téramo-Atri En el año jubilar dedicado al Santo monje y Obispo Berardo, cuyo testimonio de dedicación evangélica y de inspiración pastoral es la herencia más hermosa que les ha dejado. A todos les pido, para mí, el recuerdo en la oración.

Roma, San Juan de Letrán, 31 de mayo 2023
Fiesta de la Visitación de la Santa Virgen María

FRANCISCO

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