DÉJENSE GUIAR POR EL AMOR A LA VERDAD Y ASOMBRO POR EL UNIVERSO: MENSAJE DEL PAPA A PARTICIPANTES EN LA ESCUELA DE VERANO DE ASTROFÍSICA DEL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO VATICANO (20/06/2023)

Este 20 de junio, fue publicado el Mensaje del Santo Padre a los participantes en la Escuela de Verano de Astrofísica del Observatorio Astronómico Vaticano, también conocido como “Specola Vaticana” que, del 4 al 30 de junio, acoge a veinticuatro estudiantes de más de veinte países, en los jardines papales de Castel Gandolfo. A los estudiantes de Astrofísica, el Pontífice los invita en su mensaje, fechado el pasado 15 de junio, a dirigir su mirada a través de “otras ventanas que pueden mostrarles realidades importantes, como la compasión y el amor, realidades que también están encontrando en la amistad que crece entre ustedes estos días”. Compartimos a continuación el texto de su mensaje, traducido del italiano:

Queridos hermanos y hermanas:

Deseo dirigir mi saludo y mi felicitación a ustedes que participan en la Escuela de Verano de Astrofísica de la Specola Vaticana; y agradezco de corazón a quienes les guían en esta experiencia.

En los últimos tiempos estamos todos fascinados por los grandes descubrimientos acerca del universo que los astrónomos nos ofrecen. Las maravillosas imágenes enviadas por el nuevo telescopio espacial James Webb nos dejan estupefactos; y cuando el Observatorio Vera Rubin esté en operaciones promete hacernos ver cómo el universo crece y cambia ante nuestros ojos. Lo que impacta particularmente es la inmensidad del universo que estamos descubriendo. Es sorprendente considerar sus enormes dimensiones y el número increíble de galaxias, estrellas y planetas que han sido identificados.

Hace cerca de 2,500 años, el salmista escribía: «Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, /la luna y las estrellas que tú has fijado, / ¿qué es el hombre para que de él te acuerdes, / el hijo del hombre, para que de él te preocupes?» (Sal 8, 4-5). Desde siempre, la inmensidad del universo es fuente de asombro. Puede parecer abrumador, incluso aterrador. Ustedes, jóvenes del siglo XXI, se proponen en esta Escuela de Verano abrazar la inmensidad del universo y desarrollar los métodos con los cuales poder encontrar semillas de comprensión dentro de El flujo continuo de nuevos datos.

Están adquiriendo instrumentos que les ayudarán a comprender el universo. Pero todos sabemos que, aún teniendo el mejor de los instrumentos, la calidad de los resultados depende de la pericia del artesano. Una gran tentación, tanto en la ciencia como en la filosofía, es la de buscar obtener solamente las respuestas que esperamos, mientras que somos también capaces de dejarnos asombrar por eventuales novedades no planificadas. Por eso me gustaría decirles que no estén satisfechos de los resultados de sus estudios hasta que ustedes mismos no estén sorprendidos. E incluso si su mirada pasa a través de la ventana de la astronomía, no olviden las otras ventanas que pueden mostrarles realidades importantes, como la compasión y el amor, realidades que están encontrando también en la amistad que está creciendo entre ustedes en estos días.

Lo más sorprendente de este universo es que contenga criaturas como nosotros que son capaces de observarlo con maravilla y de “interrogarlo”. De hecho, cuando el salmista pregunta: «¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, / el hijo del hombre, para que de él te preocupes?», de inmediato agrega: «En verdad lo has hecho poco menos que un Dios, /de gloria y de honor lo has coronado» (Sal 8, 5-6).

Nunca pierdan este sentido de asombro, tanto en su investigación como en su vida; que siempre puedan ser impulsados por el amor por la verdad y asombrados por todo aquello que cada fragmento del universo les ofrece.

Les deseo días serenos y fructíferos de estudio y amistad. Los bendigo de corazón a ustedes y a su camino. Y les pido por favor orar por mí.

Roma, desde el Policlínico “Gemelli”, 15 de junio 2023

FRANCISCO

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