LA VIDA NECESITA ESTABILIDAD EN LA VERSATILIDAD: PALABRAS DEL PAPA A LA FEDERACIÓN ITALIANA DE PENTATLÓN MODERNO (10/02/2023)

Al recibir este 10 de febrero en la Sala Clementina del Vaticano a los atletas y dirigentes de la Federación Italiana de Pentatlón Moderno, el Papa Francisco remarcó la función educativa del deporte y la importancia de la versatilidad. “En la vida estamos llamados a actuar de esta manera, poniendo en acción diferentes dimensiones de nosotros mismos”, aseveró el Santo Padre en el mensaje cuyo texto transcribimos a continuación, traducido del italiano:

Queridos amigos, buenos días:

Agradezco al Presidente por sus gentiles palabras y doy mi bienvenida a todos ustedes, dirigentes de la Federación Italiana de Pentatlón Moderno y atletas del equipo nacional.

Es la primera vez que encuentro a una representación de este deporte, que prevé las pruebas de esgrima, natación, equitación, tiro al blanco y atletismo. Una disciplina muy antigua, que fue modificada en la época moderna según esta modalidad. El atleta debe dar lo mejor de sí mismo en cinco deportes muy distintos entre ellos, que requieren dotes y ejercicios diferentes. Como consecuencia surge la fisonomía de un atleta poliédrico, versátil, que desarrolla distintos aspectos del cuerpo y la mente.

Esta característica del pentatlón multiplica, por así decirlo, la función educativa del deporte. Diría que no es sólo una suma, sino una multiplicación, Porque el pentatleta no es un robot que debe ejecutar a la perfección una serie de indicaciones, es una persona, y por tanto la operación es mucho más compleja. No se debe agregar una cosa a otra, se debe armonizar todo: por eso es complejo. Y precisamente aquí está el valor educativo, porque en la vida estamos llamados a actuar así, poniendo en acción distintas dimensiones de nosotros mismos, según los contextos, las relaciones, los momentos, etc. Si por ejemplo eres un genio matemático pero no sabes hacer otra cosa, tendrás problemas en la vida. Y así para cada cosa: la excelencia está bien, pero la calidad de la vida no depende de ella, depende de un buen promedio en las distintas situaciones, es decir de un equilibrio, mejor aún, de una armonía de las distintas dimensiones. También aquí surge el valor del poliedro, de una personalidad poliédrica, que presupone una fuerte unidad, un centro sólido, una gran coherencia y, al mismo tiempo, la capacidad de cambiar, de adaptarse, de tener muchas fases, de cambiarse de lugar... Una estabilidad en la versatilidad. Y ese es un valor, un valor que marca un poco la madurez de las personas. Una estabilidad en la versatilidad: sabe moverse y tiene estabilidad.

Queridos amigos, les agradezco porque con esta disciplina deportiva suya nos dan un ejemplo viviente de todo esto. ¡Todos sabemos que en la vida es mucho más difícil que en el deporte! Pero el deporte nos puede ayudar, nos ayuda, porque nos enseña que con la paciencia, con el ejercicio, con la creatividad y la perseverancia se puede mejorar, se pueden alcanzar metas que parecían impensables. Y esto ocurre a través de una dimensión que está por debajo de todas las demás y las anima a todas, que es la dimensión espiritual. De hecho, la capacidad lúdica es una dimensión espiritual. No me refiero a la psicológica, que también es decisiva, sino precisamente a la que espiritual, es decir a nuestra relación con el sentido de vivir, de nuestro ser y de nuestras relaciones. Y la capacidad lúdica ayuda a esta dimensión espiritual, más aún, radica en ella para ser madura y fuerte.

En el centro del ser humano hay un corazón, no en sentido físico, sino simbólico, un corazón que sabe recibir y dar amor. Y sé que ustedes, como Federación, buscan comprometerse en esta dimensión incluso con gestos concretos de solidaridad. Les agradezco en particular por el apoyo que dan al Hospital Pediátrico “Bambino Gesù”, ya sea para la investigación o para el apoyo logístico a los niños y sus familiares. ¡Gracias, en verdad gracias! Esta es una carrera más exigente, pero el premio colma la vida y dura para siempre.

Les deseo los mejores resultados, ya sea en las competencias o en el servicio como asociación. Bendigo de corazón a todos ustedes y a sus seres queridos y a su trabajo deportivo. Y les pido por favor orar por mí. Gracias.

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