LA PANDEMIA NO JUSTIFICA FALTAS A LA JUSTICIA Y SEGURIDAD LABORAL: PALABRAS DEL PAPA A MIEMBROS DE LA ASOCIACIÓN ITALIANA DE QUÍMICOS DEL CUERO (29/01/2022)

La tradición aunada a los conocimientos científicos y técnicos de una profesión tan antigua como la de los preparadores del cuero, le recordó al Papa Francisco, este mediodía, no sólo la importancia de ese oficio en Argentina, su tierra natal, sino también su propio pasaje como estudiante de química en un instituto técnico. Estas reflexiones las compartió con un centenar de miembros de la Asociación Italiana de Químicos del Cuero que fueron recibidos en audiencia al mediodía de este 29 de enero, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano. Al destacar la especificidad de esta profesión que une la tradición, la ciencia y la tecnología, el Pontífice quiso manifestar su cercanía y la de la Iglesia a los trabajadores en este momento de “crisis económica y social tan compleja”, causada en parte por la pandemia. Transcribimos a continuación, el texto de su mensaje, traducido del italiano:

Queridos amigos, buenos días y bienvenidos:

Me da gusto ver a las mamás, que miman a los niños. Es hermoso cuando vienen con los niños. Si quieren caminar, déjenlos, que hagan lo que quieran; y si tienen hambre, que coman. Ellos son el rey.

Agradezco al Presidente por sus corteses palabras y por haberme presentado brevemente su trabajo. Saludo a ustedes aquí presentes y a todos los socios de la Asociación Italiana de Químicos del Cuero.

Estoy contento de recibirlos, por diversos motivos. Ante todo porque son una categoría de trabajadores muy específica, que en el gran “poliedro” de la sociedad global ofrece una contribución original y característica. Su profesión aplica los conocimientos científicos y técnicos a una actividad artesanal que tiene una antigua tradición, tanto en Italia como en otros países, entre ellos también el mío, Argentina. De joven estudié en un Instituto técnico de orientación química, y esto me acerca un poco a su categoría.

En este momento de crisis económica y social tan compleja, aprovecho esta ocasión para expresar mi cercanía y la de la Iglesia al mundo del trabajo. Muchos trabajadores y trabajadoras y muchas familias viven situaciones difíciles, agravadas por la pandemia. Pero la pandemia no puede y no debe convertirse en un pretexto para justificar omisiones en la justicia o la seguridad. Al contrario, la crisis puede ser enfrentada como una oportunidad para crecer juntos en la solidaridad y la calidad del trabajo. Que el ejemplo y la intercesión de San José les ayuden a no ceder al desánimo, a valorar con creatividad sus talentos y su gran experiencia para avanzar y abrir nuevos caminos. Con tal objetivo es muy importante que se encuentren la sabiduría de los ancianos y el entusiasmo de los jóvenes. Que se encuentren, este es el secreto. Imagino a los jóvenes que se apasionan en un sector original como el suyo, y necesitan encontrar a viejos del oficio, que tienen tanto por enseñar, y no sólo en el plano técnico, sino también en el humano. Para mí el desafío de este momento es el encuentro entre los abuelos y los nietos, evitando quizá a los padres, pero ése es un encuentro clave y debemos trabajar para que los jóvenes encuentren a los viejos. Es un desafío de este momento.

Existe otro aspecto que quiero tocar con ustedes porque es un punto crítico y sé que es muy importante para ustedes – así lo recordaba también su Presidente. Se trata del impacto ambiental de actividades que, como la suya, utilizan sustancias químicas para tratar los materiales, en su caso las pieles destinadas a convertirse en bolsas, zapatos, etc. – muchas cosas que usamos cada día, y no pensamos en el trabajo que hay detrás. También ustedes, entonces, están llamados a aportar su contribución específica al cuidado de la casa común; y pueden hacerlo precisamente en la forma de afrontar su propio trabajo. Con este fin es muy importante asociarse, por qué se ponen en común los conocimientos, las experiencias, así como también las actualizaciones jurídicas y técnicas; y así se ayudan a crecer juntos en un estilo de responsabilidad social y ecológica. Y esto es muy importante. Hoy tenemos más conciencia de la responsabilidad ecológica; hemos crecido en esto, es algo grande; hemos crecido en esto.

Muy estimados, les agradezco por esta visita. Deseo todo bien para su trabajo y para la actividad de la asociación; los bendigo a ustedes y a sus familias. Y les pido por favor no olvidarse de orar por mí, lo necesito. Gracias.

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