QUE LA NATURALEZA DESCANSE DE LA EXPLOTACIÓN: MENSAJE DEL PAPA PARA LA CAMPAÑA DE LA FRATERNIDAD EN BRASIL (05/03/2025)
Queridos hermanos y hermanas de Brasil:
Con este día de ayuno, penitencia y oración, iniciamos la Cuaresma del Año Jubilar de la Encarnación. En esta ocasión deseo manifestar mi cercanía a la Iglesia peregrina en esta nación y alegrarme con mis hermanos de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil por la iniciativa de la Campaña de la Fraternidad, que se repite desde hace más de sesenta años y que este año tiene como tema “Fraternidad y ecología integral” y como lema el pasaje de la Escritura en el cual, contemplando la obra de la creación, “Dios vio que todo era muy bueno” (cf. Gen 1, 31).
Con la Campaña de la Fraternidad, los Obispos de Brasil invitan a todo el pueblo brasileño a recorrer, durante la Cuaresma, un camino de conversión basado en la Carta Encíclica Laudato si’, que publiqué hace casi diez años, el 24 de mayo de 2015, y que sentí la necesidad de completar con la Exhortación Apostólica Laudate Deum, del 4 de octubre de 2023.
En estos documentos, he querido llamar la atención de toda la humanidad sobre la urgencia de un necesario cambio de actitud en nuestras relaciones con el medio ambiente, recordando que la actual «crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior» (Laudato si’, n. 217). En tal sentido, mi predecesor, de venerada memoria, San Juan Pablo II, ya advertía que «es necesario […] estimular y apoyar la “conversión ecológica”, que […] ha vuelto a la humanidad más sensible» (Audiencia, 17 de enero 2001), al tema del cuidado de la casa común.
Por ello, alabo el esfuerzo de la Conferencia Episcopal al proponer una vez más como horizonte el tema de la ecología, junto a la deseada la conversión personal de cada fiel a Cristo. Que todos podamos, con la ayuda especial de la gracia de Dios en este tiempo jubilar, cambiar nuestras convicciones y prácticas para dejar que la naturaleza descanse de nuestras ávidas explotaciones.
El tema de la Campaña de la Fraternidad de este año expresa también la disponibilidad de la Iglesia en Brasil para dar una contribución de manera que, durante la COP30 el próximo mes de noviembre, que se llevará a cabo en Belém do Pará, en el corazón de la amada Amazonia, las naciones y organismos internacionales puedan comprometerse efectivamente en prácticas que ayuden a superar la crisis climática y a preservar la obra maravillosa de la Creación, que Dios nos ha confiado y tenemos la responsabilidad de transmitir a las futuras generaciones.
Espero que dicho camino cuaresmal rinda muchos frutos y nos llene a todos de esperanza, de la cual somos peregrinos en este Jubileo. Hago votos para que la Campaña de la Fraternidad sea nuevamente una poderosa ayuda para las personas y las comunidades de este amado país en su proceso de conversión al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo y de compromiso concreto con la ecología integral.
Encomendando estos votos al cuidado de Nuestra Señora Aparecida, imparto de corazón la bendición apostólica a todos los hijos e hijas de la amada nación brasileña, de manera particular a quienes están comprometidos en el cuidado de la Casa Común, pidiendo que sigan orando por mí.
Roma, San Juan de Letrán, 11 de febrero de 2025, memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes.
FRANCISCO
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