PIDO QUE CALLEN DE INMEDIATO LAS ARMAS: ÁNGELUS DEL 23/03/2025

El Papa Francisco, en el último Ángelus durante su estancia en el Hospital Gemelli, indicó este 23 de marzo la importancia de la paciencia que induce a los hombres a la conversión. El Pontífice subrayó los cuidados del personal médico que lo asistió y, a continuación, expresó su dolor por la reanudación de los bombardeos sobre Gaza, así como su esperanza por el acuerdo entre Azerbaiyán y Armenia. Compartimos a continuación, el texto de su reflexión, traducido del italiano:

Queridos hermanos y hermanas, feliz domingo:

La parábola que encontramos en el Evangelio de hoy nos habla de la paciencia de Dios, que nos impulsa a hacer de nuestra vida un tiempo de conversión. Jesús usa la imagen de una higuera estéril, que no ha dado los frutos esperados y que, sin embargo, el labrador no quiere cortar: quiere cultivarla de nuevo para ver «si da frutos para el porvenir» (Lc 13, 9). Este Labrador paciente es el Señor, que trabaja con cuidado el terreno de nuestra vida y espera confiado nuestro regreso a Él.

En este largo tiempo de recuperación, he podido experimentar la paciencia del Señor, que también veo reflejada en el cuidado incansable de los médicos y los trabajadores de la salud, así como en las atenciones y las esperanzas de los familiares de los enfermos. Esta paciencia confiada, anclada en el amor de Dios que nunca disminuye, es realmente necesaria en nuestra vida, sobre todo para enfrentar las situaciones más difíciles y dolorosas.

Siento mucho dolor por el reinicio de los duros bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, con muchos muertos y heridos. Pido que callen de inmediato las armas y se tenga la valentía de retomar el diálogo, para que sean liberados todos los rehenes y se llegue a un cese al fuego definitivo. En la Franja la situación humanitaria es nuevamente gravísima y exige el compromiso urgente de las partes beligerantes y de la comunidad internacional.

Me alegra, en cambio, que Armenia y Azerbaiyán hayan acordado el texto definitivo del Acuerdo de paz. Espero que éste sea firmado cuanto antes y pueda así contribuir a establecer una paz duradera en el Cáucaso meridional.

Con mucha paciencia y perseverancia siguen orando por mí: ¡les agradezco mucho! También yo pido por ustedes. Y juntos imploremos que se ponga fin a las guerras y se haga la paz, especialmente la martirizada Ucrania, en Palestina, Israel, Myanmar, Sudán, República Democrática del Congo.

Que la Virgen María nos cuide y siga acompañándonos en el camino hacia la Pascua.