EL PAPA PÍO VII, EMBAJADOR DE PAZ: CARTA DEL PAPA EN OCASIÓN DEL BICENTENARIO DE LA MUERTE DEL PAPA PÍO VII (13/10/2023)

En una carta dirigida al Obispo de Cesena-Sarsina, Mons. Douglas Regattieri, dada a conocer este 13 de octubre, el Papa Francisco recuerda el largo pontificado de Pío VII, 23 años, que había sido precedido por un alto nivel de servicio pastoral ya desde joven como Obispo de varias Diócesis. “Se distinguió – señala el Santo Padre – por su carisma y bondad de espíritu; de hecho, durante los años de su ministerio episcopal, no dudó en primera persona en prodigarse en el cuidado de la gente, comprometiéndose con dedicación a aliviar los muchos sufrimientos de los afligidos por condiciones precarias”. Reproducimos a continuación, el texto de su carta, traducido al español:

Al querido hermano Mons. Douglas Regattieri
Obispo de Cesena-Sartina

El significativo aniversario del bicentenario de la muerte del Siervo de Dios el Papa Pío VII, es para mí una alegre ocasión de dirigirle un cordial saludo a usted, querido hermano, y a toda la comunidad civil y eclesial de Cesena-Sartina, que recuerda con reconocimiento a un ilustre hijo, valiente pastor, defensor cuidadoso de la Iglesia. A quienes toman parte en las numerosas iniciativas que caracterizan “el año chiaramontiano” deseo hacerles llegar mi paternal cercanía junto con mi pensamiento y buenos deseos.

Al releer la vida de este venerado predecesor, personalidad de profunda fe, mansedumbre, humanidad y misericordia, que se distinguió por su competencia y prudencia ante quien impedía la Libertas Ecclesiae, afloran sentimientos de gratitud y admiración por la herencia espiritual que dejó y por la franqueza evangélica con la que sostuvo las difíciles pruebas durante los 23 años de su Pontificado. A pesar de la agitación política y social que marcó ese siglo, él, abandonándose confiado a la voluntad de Dios, acogió la humillación del exilio con ejemplar docilidad, ofreciendo todo al Señor por el bien de la Iglesia.

El Papa Chiaramonti fue un hombre de inteligencia clarividente, que se forjó primero en la Abadía benedictina de Cesena y posteriormente en la de San Pablo Extramuros en Roma, adquiriendo así una vasta preparación teológica puesta después a disposición del mundo académico. Además, de la probada cultura por la cual estaba adornado, junto con las evidentes virtudes que poseía, a joven edad fue llamado a ser Obispo en dos distintas Diócesis. Como pastor se distinguió por su carisma y bondad de ánimo; de hecho, en los años de su ministerio Episcopal no dudó en primera persona a prodigarse por el cuidado del pueblo, comprometiéndose con dedicación a aliviar los muchos sufrimientos de aquellos que eran afligidos por condiciones precarias.

Ciertamente, si consideramos el período histórico en el que vivió el Papa Pío VII, no podemos más que destacar la gran sabiduría con la que supo hacerse “embajador de paz” ante quienes ejercían el poder temporal. Ante un escenario político controvertido y un modo de actuar engañoso que amenazaba la salus animarum, él con la calma de quien confía siempre en la intervención providente de Dios, hizo todo lo posible para que no disminuyera su misión de “custodio y guía del rebaño” y, no obstante las restricciones impuestas, continuó sin temor alguno anunciando la fuerza consoladora del Evangelio de Cristo, según el espíritu de las Bienaventuranzas que llama hijos de Dios a los constructores de paz (cf. Mt 5, 9).

Querido hermano, encargo a los fieles de esta Diócesis la tarea de hacer conocer de manera adecuada la vida y obra pastoral de este apreciado Sucesor del Apóstol Pedro, su amado conciudadano, para que pueda suscitar la misma pasión al servicio del prójimo y de la edificación de una sociedad armoniosa, y señalar la paz como camino de esperanza, de diálogo respetuoso y de cristiana reconciliación. Mientras le encomiendo a la materna protección de la Virgen María, invocando la intercesión del siervo de Dios el Papa Pío VII, gustoso bendigo a cada uno, y le pido, por favor, no olvidarse de orar por mí.

Fraternalmente

Roma, desde San Juan de Letrán, 21 de septiembre 2023
Fiesta de San Mateo Apóstol y Evangelista

FRANCISCO

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