ENSUCIARSE LAS MANOS PARA NO ENSUCIARSE LA VIDA: PALABRAS DEL PAPA EN EL ENCUENTRO CON JÓVENES DE SCHOLAS OCURRENTES EN CASCAIS (03/08/2023)

El Papa Francisco viajó de Lisboa a Cascais para reunirse con los chicos de Scholas Occurrentes que participaron en el proyecto “Vida entre los mundos”, una iniciativa compuesta por personas de distintas nacionalidades y religiones, que se dedicaron a crear la obra artística de aproximadamente 3 km de longitud, uno de los murales más grandes del mundo. “Es como la Capilla Sixtina”, bromeó el Pontífice, quien después, hablando de la crisis, dijo: “Una vida sin crisis no sirve para nada”. Transcribimos a continuación, el texto del encuentro:

Pregunta 1 (Portugués)

Buenos días. Scholas! Scholas! Scholas!

Cuando me lo presentaron, no tuve dudas en recibirlo y abrazarlo porque es un espacio donde todos comparten sus propias emociones y sentimientos. Es un espacio donde cada uno contribuye con lo que tiene, de valores éticos y morales, para el bienestar de la comunidad. Independientemente de su religión u origen. Yo soy de Guinea Bissau y soy musulmán, pero me siento parte de este espacio. Y, como musulmán, siento la obligación y el deber de unirme y formar parte de este movimiento. Porque aquello a lo que también el islam exhorta es a la buena convivencia entre las creencias, entre las distintas creencias. Y exhorta y se preocupa del bienestar de la comunidad. Nos dice qué debemos hacer, que debemos cuidar al prójimo y, por ese motivo, quisiera preguntar por qué Scholas es un espacio con el que todos se identifican y por qué tanta diversidad para obtener una obra de arte.

Respuesta del Papa Francisco (Español)

Scholas posibilita esto, que cada uno se sienta interpretado por el gran respeto, pero es un respeto no estático, dinámico, que pone en marcha para hacer cosas, para expresarse haciendo, como es esta pintura que, como me decía Del Corral, es una “Capilla Sixtina” pintada por ustedes. (Aplausos) Scholas te pone en marcha, Scholas te hace respetar al otro y escuchar al otro que tiene algo que decirte y escucharte a vos porque tenés algo que decirle. Scholas te muestra el camino hacia adelante y, si por ahí te quedás, te levanta y te hace ir adelante. Scholas es un encuentro, caminando. Todos, del país que seas, de la religión que seas, solo mirar adelante y caminar juntos. Y eso es constructivo como los tres kilómetros y medio de mural que ustedes han hecho para llegar acá.

Pregunta 2 (Portugués)

Quisiera seguir un poco en la línea de la diversidad para entrar en el tema que ha sido la base de dos meses de nuestro trabajo, que es el caos. Nosotros, como grupo, y también yo individualmente, hemos tenido la oportunidad de visitar varias comunidades distintas, a varias personas diferentes, de religión distinta, de culturas diferentes, y eso nos ha dado una grandiosa oportunidad para profundizar cada vez más, no sólo dentro de nosotros, sino también dentro de toda la comunidad, lo que significa descubrir el sentimiento verdadero que ellas viven, los sufrimientos verdaderos que sienten y, de tal modo, darles la oportunidad de expresar todo aquello con una pincelada, con una línea en el mural. ¡Darles la oportunidad de expresarse! Y eso inevitablemente nos involucra, toca nuestro corazón y nos hace pensar: ¿tenemos este sentimiento? ¿Estos sufrimientos forman parte de nosotros, de nuestra convivencia? Entonces quisiera preguntar: ¿qué sería de nuestra existencia sin el caos original? Gracias.

Respuesta del Papa Francisco (Español)

Vos decís “caos”. Está bien, es la crisis… ¿Sabés de dónde viene la palabra? Cuando se cosechaba el trigo, se va pasaba por una criba, se “cribaba”. Crisis – cribar. Y la crisis, en las personas, es eso: situaciones de la vida, acontecimientos, problemas orgánicos tuyos, o malhumor, o buen humor. Te hace cribar y vos tenés que elegir. Una vida sin crisis es una vida aséptica. ¿A vos te gusta tomar agua? ¿Te gusta? Si yo te doy agua destilada, vas a decir: . Una vida sin crisis es como el agua destilada, no tiene sabor a nada, no sirve para nada, sino para guardarla en el ropero y cerrar la puerta.

Las crisis hay que asumirlas, hay que asumirlas y resolverlas, porque quedarse en la crisis tampoco es bueno porque es un suicidio continuo. Es como un estar girando y girando, ¿no? Las crisis hay que caminarlas, hay que asumirlas y raramente solo. Y eso también es importante en el grupo de Scholas: caminar juntos para enfrentar crisis juntos, resolver cosas juntos y seguir adelante, crecer juntos… Y bueno, ¡adelante! Aunque sea para comer una feijoada…

Pregunta 3 (Portugués)

En estos últimos dos meses hemos trabajado mucho para lograr hacer el mural que vio ahí afuera. Pero este mural realmente representa al caos. El caos que, muy a menudo, cuando lo vivimos, y cuando lo vivimos de cerca, no entendemos y es una gran confusión. Parecen líneas aleatorias. Pero la verdad es que llega un momento en el que nosotros nos distanciamos. En esa distancia comenzamos a lograr ver formas, colores; comenzamos a lograr encontrar un sentido en este caos, a lograr pensar más de lo que a menudo apenas vemos o apenas sentimos, pero sí, llegamos a expresar. Para mí, por ejemplo, ha sido una experiencia muy importante porque también yo he vivido momentos de gran caos en mi vida – creo que todos las vivimos – y la verdad es que, escuchar la historia de los demás, abrirse realmente para escuchar, para compartir y para acoger a todas las personas que participaron en este mural, ha sido un privilegio para nosotros, quizá más que para ellos, para nosotros que estamos aquí y hemos permitido que esto ocurriera. Y todo ello porque buscamos este sentido, todos buscamos este sentido profundo de percibir que es algo más grande que el simplemente estar aquí. Y entonces quisiéramos preguntarle: cuando pasó junto al mural, qué sintió, qué experimentó durante el trayecto hasta aquí, al corazón de este mural, que para nosotros es en verdad sencillamente el inicio o el fin. No lo sabemos y antes de que usted responda, quisiéramos también, a nombre de todos, ofrecerle un pincel, este pincel que representa a todos nosotros.

Respuesta del Papa Francisco (Español)

Es lindo lo que decís del caos. Había alguien que decía que la vida del hombre, nuestra vida humana, es hacer del caos un cosmos, o sea, de lo que no tiene sentido, de lo desordenado, lo caótico, hacer un cosmos, con sentido, abierto, invitador, total. Yo no quiero ponerme acá catequista, ¿no?, pero si vemos la estructura del relato de la Creación, que es un relato mítico, ¿no es cierto? En el sentido verdadero de la palabra “mito”, porque “mito” es un modo de conocimiento. Entonces, usa esa historia, el que escribió el relato de la Creación. Entre paréntesis, eso se escribió mucho después que el pueblo judío tuvo la experiencia de su liberación. O sea, primero es toda la experiencia del éxodo del pueblo judío y después miran hacia atrás. ¿Y cómo empezó la historia? ¿Cómo se transformó el caos en cosmos? Y ahí está en un lenguaje poético cómo Dios, del caos un día hace la luz, otro día hace el hombre y va como creando cosas y transformando el caos en cosmos. Y en nuestra vida sucede lo mismo, eh: hay momentos de crisis – vuelvo a tomar la palabra –, que son caóticos, que vos no sabés dónde estás parado, y todos pasamos esos momentos, oscuros. Caos. Y ahí el trabajo personal de las personas que nos acompañan, de un grupo así, es transformar el cosmos. A mí me cuesta trabajo, en este caos de la Sixtina (risas), pensar que hay detrás un cosmos, porque el cosmos, ¿cuál es? Lo están armando ustedes en el mensaje que están llevando adelante, en el camino… No se olviden nunca esto: de un caos, transformar un cosmos. Y ese es el camino de cada uno, ¿no? Una vida que se queda en lo caótico es una vida fracasada y una vida que nunca sintió el caos es una vida destilada, todo perfecto, ¿no? Y las vidas destiladas no dan vida, se mueren en sí mismas. Es una vida que sintió la crisis como caos, que no entiende nada, y lentamente dentro de sí, y en la comunidad, fue transformando la vida personal o la vida relacional en un cosmos… ¡Chapeau!

Una de las jóvenes de Scholas Ocurrentes, en español:

Muchas gracias, Papa Francisco, por tus palabras. Gracias.

Una joven en portugués:

Es una alegría para nosotros concluir así este camino. Pero, aunque esta experiencia está por terminar, nos gustaría pensar que la obra no terminará nunca. Por eso hoy concluiremos comenzando. Y así, cuando un camino se cierra, un nuevo camino se abre. Hemos decidido llamar a este proyecto: “Vida entre Mundos”. De hecho, todo el mural es una experiencia y una expresión de vida que nacen del encuentro de muchas realidades distintas. Por ello hoy daremos un salto y reuniremos un mundo físico con un mundo virtual.

Una joven, en español:

Vamos a pedirte, querido Francisco, que nos acompañes hasta la pared que tenés atrás, y nos regales la última pincelada de este mural, pero con un pincel muy particular, capaz de iniciar, al mismo tiempo, una misma obra virtual que va a conseguir reunir las diferentes comunidades de Scholas en todo el mundo.

José María del Corral [Presidente de Scholas Ocurrentes]:

Papa, Papa Francisco, el video, el pincel este, virtual, del que hablaba Eugenia, es un arma para la paz. Parece una pistola porque vas a gatillar acá, pero, en vez de matar, con esta pincelada que vas a dar en la pared, también vas a estar dándola en el mundo virtual. En estos momentos, hay chicos de Scholas en Mozambique, que tienen puesto un artefacto, en Mozambique, en Tofo, para ver tu pincelada, que vas a hacer ahora, y seguirla en el mundo virtual, porque los jóvenes quieren que seas vos el que una el mundo físico con el mundo virtual para que el mundo virtual nunca deje de ser concreto y comprometido con la realidad. (Aplausos) Pintemos la pared.

Papa Francisco:

Este es el buen samaritano, y ninguno de nosotros está eximido de ser un buen samaritano. Es una obligación que todos tenemos. Cada uno tiene que buscarla en la vida, pero uno que termina su vida […] perdió como en la guerra. Resulta que el buen samaritano se encuentra a este tirado en el suelo, pero antes pasó un levita, pasó un sacerdote, y estaban apurados. No le dieron bolilla. Pero, además de que estaban apurados, no podían tocarlo porque había sangre […] Y, según la legislación de ese tiempo, el que tocaba la sangre quedaba impuro. No sé por cuánto tiempo se tenía que purificar, entonces eso le impedía cumplir sus deberes, no tocar… Morite, pero yo no te toco, impuro no me quedo. Morite, pero yo impuro no me quedo. No se olviden eso. ¡Cuántas veces puede pasar por nuestra mente: “¡Morite, pero yo impuro no me quedo!” ¡Cuántas veces se prefiere la “pureza ritual” a la cercanía humana! […] Los samaritanos, en la mentalidad de esa época, eran atorrantes, eran todos atorrantes y negociantes, no eran puros de mente, de corazón, eran marginados. Y este se para y lo ve y dice la historia que sintió compasión. “Morite, yo cuido mi pureza”. Sintió compasión. Les dejo la pregunta: ¿qué cosas a mí me hacen sentir compasión? ¿O vos tenés un corazón tan seco que ya no tiene compasión? Cada uno se responde. Y entonces, ¿qué sucede? Lo lleva a una posada y le consigue, en el hotel ahí, del pueblo ese, le consigue una pieza y le dice: “Mirá, yo voy a pasar dentro de tres días de vuelta”, le dice al hotelero. “Tomá, te pago esto y, si hace falta más, a la vuelta te lo pago”. Este atorrante era un buen pagador. Entonces, tenemos los ladrones que matan, el buen samaritano que lo cuida, el levita y el sacerdote que se van para no quedar impuros. Y Jesús dice: “En el Reino de los Cielos, este entra”, porque se movió a compasión. Piensen un poco en esta historia. ¿Dónde estoy yo acá? ¿Haciendo daño a la gente? ¿Dónde estoy yo acá? ¿Sacándole el cuerpo a las dificultades reales o me ensucio las manos? A veces, en la vida, hay que ensuciarse las manos para no ensuciar el corazón.

Una de las jóvenes, en español:

Muchas gracias, querido Francisco, por tu regalo, una verdadera seña para seguir caminando juntos.

Papa Francisco:

Ahora les voy a dar la bendición, pero ustedes me prometen desearme bendición a mí después, y rezar y desear para que el Señor los bendiga.

(Bendición en portugués)

Papa Francisco:

Recen por mí, y el que de ustedes no reza porque no puede o porque no se siente, mándeme buena onda, eso sí…

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