DETENGÁMONOS PARA LEVANTAR A LOS QUE CAEN EN LA ESCLAVITUD DE LA DROGA: MENSAJE DEL PAPA A PARTICIPANTES EN CONGRESO DE TOXICOLOGÍA FORENSE (27/08/2023)

El abuso y el crecimiento del consumo de drogas entre adolescentes y jóvenes, y el aumento de la venta de estupefacientes en los “mercados digitales” de la dark web causan cada vez mayor alarma, y el Papa Francisco confía su preocupación en un mensaje enviado a los participantes en el 60º Congreso Internacional de Toxicólogos Forenses, que se celebra en Roma del 27 al 31 de agosto, a quienes el Santo Padre agradece el “compromiso, el tiempo y la energía” dedicados a prevenir y combatir la drogadicción. Reproducimos a continuación el texto de su mensaje, traducido del italiano:

Queridos hermanos y hermanas:

Dirijo un cordial saludo a los participantes en el 60º Congreso Internacional de Toxicólogos Forenses que se realiza aquí en Roma del 27 al 31 de agosto de 2023.

Deseo agradecerles por el compromiso, el tiempo y las energías que dedican a la prevención y la lucha contra la tóxico-dependencia, también a través de jornadas de estudio y sensibilización cultural sobre el tema, que involucran a numerosas figuras profesionales y algunos jóvenes investigadores.

El fenómeno del abuso de estupefacientes y sustancias psicotrópicas continúa causando alarmas y preocupaciones, especialmente por el crecimiento en el consumo que se registra entre los adolescentes y jóvenes y, como consecuencia, por el incremento de la venta de drogas en los “mercados digitales” de la dark web. La adolescencia y la edad juvenil, como sabemos, constituyen fases particularmente delicadas en la vida de toda persona caracterizadas por notables cambios a nivel físico, emotivo y social. A esto se agrega el hecho de que nuestras actuales sociedades son por distintos aspectos frágiles y están marcadas por una inseguridad de fondo. Se puede entonces ser arrastrados en la búsqueda compulsiva de nuevas experiencias por la necesidad de medirse con lo inédito, por el deseo de explorar lo desconocido, pero también para silenciar el miedo de sentirse excluidos y la necesidad de socializar con los contemporáneos. Se trata de factores altamente riesgosos, que pueden inducir a los jóvenes a decisiones y comportamientos peligrosos, como el uso de sustancias psicoactivas y el abuso del alcohol, o a la eventualidad de incurrir en situaciones extremas, tanto virtuales como reales.

Todo ello representa un terreno fértil para el uso de sustancias tóxicas. Entre ellas, las nuevas sustancias psicoactivas (NPS) representan un problema grave y complejo en el actual panorama de las dependencias, con un mercado en rápida expansión y efectos toxicológicos inciertos y consecuencias serias para la salud pública. La facilidad de modificar químicamente tales sustancias permite además al crimen organizado sustraerse a los controles legales, haciendo más difícil la identificación de los compuestos ilícitos. Muchos adolescentes abusan de las NPS sin conocer su peligrosidad. Por tanto, es de fundamental importancia de desarrollar las técnicas de análisis, así como también las intervenciones preventivas dirigidas a detener la proliferación e incentivar los planes terapéuticos adecuados.

Se asiste también al incremento en la difusión de sustancias dopantes, en particular en el ámbito competitivo y deportivo. El uso de sustancias dopantes en el deporte manifiesta la obsesión por obtener a cualquier costo logros importantes y resultados en el desempeño. El fenómeno, obviamente, es indicador de algo más enraizado, que implica la importancia de una reflexión sobre nuestra sociedad actual, impregnada por una cultura de la eficiencia y la productividad, que no admite dudas y fallas. La necesidad de aparecer siempre a la altura de las expectativas, exhibiendo hacia el exterior una imagen de sí mismo que resulte eficiente y vencedora, en la cual está prohibida cualquier fragilidad y debilidad, se convierte en un obstáculo insuperable en la búsqueda de un desarrollo humano integral.

Así, desorientados y a menudo privados de puntos de referencia, muchos jóvenes siguen la ilusión de encontrar en el consumo de drogas la manera de suspender la angustia y la falta de sentido: se trata de la “esperanza vana” de un adormecimiento que alivie la fatiga de ser y existir, a menudo oculta bajo las mentiras disfrazadas de un deseo de evasión y diversión. No se puede olvidar, además, que detrás de toda dependencia hay vivencias concretas, historias de soledad, desigualdad, exclusión, falta de integración. Ante estas situaciones no podemos ser indiferentes. El Señor Jesús se detuvo, se hizo cercano, curó las llagas. Sobre ese estilo de su proximidad estamos llamados también nosotros a actuar, a detenernos ante dichas situaciones de fragilidad y dolor, a saber escuchar el grito de la soledad y la angustia, a inclinarnos para levantar y traer a una nueva vida a aquellos que caen en la esclavitud de la droga.

Espero que los resultados de sus labores contribuyan a la identificación de caminos educativos, terapéuticos y de rehabilitación, que permitan prevenir y enfrentar la plaga de la droga, favoreciendo modelos culturales alternativos e impulsando la búsqueda de razones de vida en aquellos – especialmente entre los más jóvenes – que las han perdido. ¡Que su trabajo científico y cultural pueda dar los frutos esperados! Los encomiendo a la intercesión de María, Madre preocupada, y los bendigo de corazón.

Francisco

Roma, San Juan de Letrán, 26 de agosto 2023

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