UNA ECONOMÍA SIN TRATA ES UNA ECONOMÍA VALIENTE: MENSAJE DEL PAPA POR LA JORNADA MUNDIAL CONTRA LA TRATA DE PERSONAS (08/02/2021)

En el video mensaje de este 8 de febrero, memoria litúrgica de Santa Josephina Bakhita, con motivo de la VII Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, el Papa Francisco describe tres acciones concretas para lograr una economía sin trata: una economía del cuidado, que ofrezca oportunidades de empleo, una economía con reglas de mercado que promuevan la justicia, una economía valiente capaz de conjugar el beneficio con la promoción del empleo y las condiciones dignas de trabajo. Transcribimos a continuación, el texto completo del video mensaje, traducido del italiano:

Queridas hermanas y queridos hermanos:

Me dirijo a todos ustedes que trabajan contra la trata de personas y que hoy están espiritualmente unidos en este Día Mundial de Oración, que tiene también una intención específica: una “Economía sin trata”. Me alegra saber que este año varios momentos de oración son interreligiosos, uno de ellos también en Asia.

Hago extensivo mi mensaje a todas las personas de buena voluntad que oran, se comprometen, estudian y reflexionan para combatir la trata de personas; y sobre todo a quien —como Santa Bakhita, a la que celebramos hoy—han vivido el drama de la trata en la propia vida.

Este día es importante, porque nos ayuda a todos a recordar este drama, y nos anima a no dejar de orar y luchar juntos. Ojalá la reflexión y la toma de conciencia puedan estar siempre acompañadas de gestos concretos, que abran también vías de emancipación social. El objetivo, de hecho, es que cada persona esclavizada vuelva a ser libre protagonista de la propia vida y parte activa en la construcción del bien común.

Muy queridos, este es un día de oración. Sí, hace falta orar para sostener a las víctimas de la trata y a las personas que acompañan los procesos de integración y reinserción social. Hace falta orar para que aprendamos a acercarnos con humanidad y valentía a quien está marcado por tanto dolor y desesperación, manteniendo viva la esperanza. Orar para ser centinelas capaces de discernir y tomar decisiones orientadas al bien. La oración toca el corazón e impulsa a acciones concretas, a acciones innovadoras, valientes, que sepan asumir el riesgo confiando en el poder de Dios (cf. Mc 11, 22–24).

La memoria litúrgica de Santa Bakhita es un fuerte reclamo a esta dimensión de la fe y la oración: ¡su testimonio resuena siempre vivo y relevante! Y es un reclamo para poner en el centro a las víctimas de la trata, a sus familias, a sus comunidades. Son ellas el centro de nuestra oración. Santa Bakhita nos recuerda que ellas son las protagonistas de este día, y que todos nosotros estamos a su servicio (cf. Lc17, 10).

Y ahora me gustaría compartir con ustedes algunos apuntes para la reflexión y la acción sobre el tema que han elegido: la “Economía sin trata”. Pueden encontrar otros apuntes en el mensaje que dirigí a los participantes en el evento “Economy of Francesco”, el pasado 21 de noviembre.

Una economía sin trata es:

1. Una economía de cuidado. El cuidado puede ser entendido como cuidar de las personas y de la naturaleza, ofreciendo productos y servicios para el crecimiento del bien común. Una economía que cuida el trabajo, creando oportunidades de empleo que no exploten al trabajador mediante condiciones laborales degradantes y horarios extenuantes. La pandemia de COVID ha exacerbado y empeorado las condiciones de explotación laboral; la pérdida de puestos de trabajo ha penalizado a tantas personas víctimas de la trata en el proceso de rehabilitación y reinserción social. «En estos momentos, en los que todo parece disolverse y perder consistencia, nos hace bien apelar a la solidez que deriva de sabernos responsables de la fragilidad de los demás buscando un destino común» (Enc. Fratelli tutti, 115). Por tanto, economía del cuidado significa economía solidaria: trabajamos por una solidez que se conjuga con la solidaridad. Estamos convencidos de que la solidaridad, bien administrada, da lugar a una construcción social más segura y más firme (cf. ibíd.).

2. Una economía sin trata es una economía con reglas de mercado que promueven la justicia y no exclusivos intereses particulares. La trata de personas encuentra terreno fértil en el enfoque del capitalismo neoliberal, en la desregulación de los mercados que busca maximizar las ganancias sin límites éticos, sin límites sociales, sin límites ambientales (cf. ibíd., 210). Si se sigue esta lógica, existe solamente el cálculo de ventajas y desventajas. Las decisiones no se toman con base en criterios éticos, sino secundan los intereses dominantes, a menudo hábilmente revestidos de una apariencia humanitaria o ecológica. Las decisiones no se toman mirando a las personas: las personas son uno de los números, también para explotar.

3. Por todo ello, una economía sin trata es una economía valiente – hace falta valor. No en el sentido de temeridad, de operaciones arriesgadas en busca de fáciles ganancias. No, no en ese sentido; naturalmente no es ese valor el que se necesita. Al contrario, es la audacia de la construcción paciente, de la programación que no mira siempre y sólo a la ventaja a muy corto plazo, sino a los frutos a medio y largo plazo y, sobre todo, a las personas. El valor de conjugar el beneficio legítimo con el fomento del empleo y de condiciones dignas de trabajo. En tiempos de fuerte crisis, como la actual, este valor es aún más necesario. En la crisis, la trata prolifera, lo sabemos todos: lo vemos todos los días. En la crisis, la trata prolifera; es necesario, pues, reforzar una economía que responda a la crisis de una manera que no sea miope, sino duradera, sólida.

Queridas hermanas y queridos hermanos, pongamos todo esto en nuestra oración, en particular hoy, por intercesión de Santa Bakhita. Hago oración por ustedes, y todos juntos oramos por cada persona en este momento es víctima de la trata. Y ustedes, por favor, no se olviden de orar por mí. ¡Gracias!

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