EL SERVICIO DESINTERESADO HACIA LOS POBRES NOS ACERCA A DIOS: PALABRAS DEL PAPA A MIEMBROS DE LA COMUNIDAD SIKH DE EMIRATOS ÁRABES UNIDOS (11/11/2023)

El Santo Padre Francisco recibió en audiencia, este 11 de noviembre, a una delegación de la comunidad monoteísta sikh de los Emiratos Árabes Unidos, que se encuentra en Roma por iniciativa del “Guru Nanak Darbar” de Dubai y agradeció la labor que realizan en varios países que “aunque lejos de sus tierras de origen, se han convertido en su casa”. Transcribimos a continuación las palaras del Papa, traducidas del italiano:

Los saludo con alegría, queridos amigos Sikh, que se han reunido aquí desde distintos países por iniciativa del Guru Nanak Darbar, de Dubai. Me agradó mucho saber acerca del servicio inspirado por la fe que ustedes ofrecen en países que, aún lejanos de sus tierras de origen, se han convertido en su casa. Dicho esfuerzo da testimonio de su compromiso a vivir en la fe y a contribuir al bien de la sociedad, buscando integrarse y al mismo tiempo permanecer fieles a su identidad específica. Además, construyendo puentes entre las personas y especialmente sirviendo a los pobres, a los necesitados y a los que sufren, ustedes reconocen los distintos modos en los cuales sus propias vidas han sido bendecidas y enriquecidas.

Fe y servicio, como saben, están íntimamente unidas. De hecho, el camino auténtico para llegar a Dios, como dice su sagrada escritura Guru Granth Sahib, está en el servicio a los hombres nuestros hermanos. El Evangelio nos recuerda esta palabra de Jesús: «Tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era extranjero y me recibieron, estaba desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, estaba en la cárcel y vinieron a verme» (Mt 25, 35-36). El servicio desinteresado, realizado particularmente a quien entre nosotros es más pequeño y se encuentra en las periferias de la sociedad, además de hacernos conscientes de nuestra pequeñez e insuficiencia, nos acerca a Dios. Que éste pueda entonces permanecer siempre como su estilo de vida, y que puedan ustedes ser una bendición para todos aquellos a quienes sirven, promoviendo un espíritu de fraternidad y de igualdad, de justicia y de paz. ¡Que Dios los bendiga a todos!