QUE LA FRATERNIDAD NOS GUÍE HACIA UN MUNDO SOLIDARIO: MENSAJE DEL PAPA AL SECRETARIO GENERAL DEL PREMIO ZAYED (04/02/2024)

Este 4 de febrero, en el quinto aniversario del Documento sobre la Fraternidad Humana y la Jornada Internacional proclamada por la ONU, el Papa Francisco, dirigió un mensaje al Secretario General del Premio Zayed de la Fraternidad Humana. En el mensaje leído durante un evento en la Casa de la Familia Abrahámica de Abu Dhabi por el Card. Miguel Ángel Ayuso Guixot, el Santo Padre subraya que hoy en el mundo la ausencia de solidaridad fraterna provoca destrucción del medio ambiente y degradación social. Por ello, invita a difundir los valores de la amistad social, encarnados por los tres ganadores del Premio Zayed 2024, todos “inspirados por convicciones religiosas”. Reproducimos a continuación el texto del mensaje, traducido del inglés:

Al Sr. Mohamed Abdelsalam
Secretario General del Premio Zayed para la Fraternidad Humana

Con ocasión de la Jornada Internacional por la Fraternidad Humana 2024, Que marca también el quinto aniversario de la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana, Envío saludos de corazón y sentimientos de calidad amistad a todos los presentes para la presentación de este año del Premio Zayed.

Es alentador ver que el camino de diálogo, compañía y estima mutua que inició en Abu Dhabi hace 5 años continúa dando fruto. Deseo particularmente renovar mi gratitud al Dr. Ahmad Al-Tayyib, Gran Imán de Al-Azhar, a Su Alteza el Jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes unidos por su apoyo vital a iniciativas dirigidas a promover los valores de la fraternidad y la amistad social fundados en la verdad de que todos los seres humanos no sólo son creados iguales, sino que están intrínsecamente conectados como hermanos y hermanas, hijos de nuestro único Padre en el cielo.

De una manera especial, extiendo mis felicitaciones a los tres ganadores del premio de este año: las Organizaciones Nahdlatul Ulama y Muhammadiyah de Indonesia, el Dr. Magdi Yacoub de Egipto y la Hermana Nelly León de Chile. Que estos premiados hayan sido seleccionados de entre un gran número de otros candidatos es un signo más de que los valores celebrados y promovidos este día resuenan a través de nuestra familia humana.

Al mismo tiempo, sin embargo, no quiero dejar de reconocer los efectos de una ausencia de solidaridad fraterna que se siente intensamente por hombres y mujeres en todos lados y por nuestro mundo natural. El impacto negativo de la destrucción medioambiental y la degradación social sigue causando un inmenso sufrimiento a un enorme número de nuestros hermanos y hermanas alrededor del planeta. Qué oportuno es, entonces, llamar la atención hacia los principios que pueden guiar a la humanidad a través de las sombras oscuras de la injusticia, el odio y la guerra hacia la luminosidad de una comunidad mundial marcada por esos valores que vemos manifestados en los distintos esfuerzos de los premiados de este año. Estos esfuerzos incluyen el amor tolerante por los que son distintos, un cuidado genuino por los pobres y los enfermos, especialmente los niños, y un deseo por ayudar en la rehabilitación de prisioneros y su reintegración a la sociedad. Todos los premiados, en sus propias y diferentes formas, iluminan el camino hacia una mayor solidaridad social y amor fraterno.

Sin embargo, ningún esfuerzo individual o humano por sí mismo puede hacer que existan avances en este viaje. De hecho, el propio Premio Zayed se yergue como un recordatorio de que «sin una apertura al Padre de todos, no habrá razones sólidas y estables para un llamado a la fraternidad… Porque “la razón, por sí misma, es capaz de captar la igualdad entre los hombres y dar estabilidad a su coexistencia cívica, pero no puede establecer la fraternidad”» (Fratelli Tutti, 272). Es mi oración, entonces, que todos los que participan en esta jornada internacional se animen no solo por el ejemplo del buen trabajo de los premiados, sino también por las convicciones y creencias religiosas que inspiraron en ellos tal generosidad de corazón.

Finalmente, al dirigirme a aquellos asociados con el Premio Zayed, De igual forma extiendo mis saludos y mis buenos deseos en la oración a todos y cada uno de nuestros hermanos y hermanas, especialmente a aquellos que sufren en cualquier forma. Que sepan de la cercanía y la preocupación de la gente de fe alrededor del mundo. Con estos sentimientos y con gran afecto, con gusto invocó sobre todos una abundancia de bendiciones divinas.

Desde el Vaticano, 4 de febrero 2024

FRANCISCO

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