QUE EN EL TURISMO APUNTE HACIA INVERSIONES SUSTENTABLES Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN: MENSAJE DEL DICASTERIO PARA LA EVANGELIZACIÓN POR LA JORNADA MUNDIAL DEL TURISMO (26/05/2023)

En ocasión de la 44ª Jornada Mundial del Turismo que se celebra el próximo 27 de septiembre, el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, en un mensaje publicado este 26 de mayo, invita a los trabajadores del sector a elaborar proyectos a largo plazo, que respeten a la persona y al medio ambiente y no busquen la ganancia inmediata. El arte y la cultura permiten conocer a Dios, dice el prelado en el mensaje, y todos estamos llamados a su conservación. Transcribimos a continuación el texto del mensaje, traducido del italiano:

“Turismo e inversiones verdes”

1. “Turismo e inversiones verdes”. Es con esta expresión, propuesta por la Organización Mundial del Turismo, que nos preparamos a celebrar el próximo 27 de septiembre la 44ª Jornada Mundial del Turismo. La iglesia desea compartir con los Estados, las asociaciones y las muchas realidades involucradas, este momento de particular compromiso, para que sobre el magisterio del Papa Francisco pueda incrementar de manera más eficaz y positiva el cuidado de la creación, objetivo esencial para la vida de las personas.

Inversiones sustentables para el cuidado de la creación

2. En la Encíclica Laudato si’ el Papa Francisco subraya la necesidad de comprometerse en favor de inversiones sustentables: “han existido también algunas inversiones en las modalidades de producción y transporte que consumen menos energía y requieren menor cantidad de materias primas, así como también en las modalidades de construcción o reestructuración de edificios que mejoran su eficiencia energética. Pero estas buenas prácticas están lejos del comportamiento general” (n. 26).

Favorecer las inversiones sustentables es también un testimonio de fe que se fortalece en el respeto por la naturaleza, creada y confiada en nosotros por Dios. De hecho, la atención por la creación y su salvaguarda pertenece al mensaje bíblico. Es suficiente retomar entre las manos la primera página de la Sagrada Escritura para hacer evidente esta dimensión. La acción creadora de Dios es, ante todo, expresión de su amor que se difunde y que intenta llegar al culmen involucrando al hombre y la mujer en el mismo proyecto: “Dios creó al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Dios los bendijo y les dijo: «Sean fecundos y multiplíquense, llenen la tierra; subyúguenla y dominen sobre los peces del mar y los pájaros del cielo y sobre todo ser viviente, que se mueven sobre la tierra». Después Dios dijo: «He aquí que yo les doy toda planta que produce semilla y que está sobre toda la tierra y todo árbol en el que hay fruto, que produce semilla: serán su alimento»” (Gen 1, 27-29).

La acogida cristiana

3. La comunidad cristiana siente directamente la exigencia de madurar encuentros sobre las temáticas en cuestión sobre todo en los momentos veraniegos en los que, desde muchas partes del mundo, las personas emprenden viajes para un periodo de descanso, de contacto con la naturaleza y contemplación de la belleza artística. Es difícil no ver en este movimiento una ocasión propicia para la comunidad cristiana, no solo para apoyar a las distintas organizaciones responsables de permitir que el período de vacaciones se viva de la mejor manera, sino sobre todo para expresar el sentido de acogida que caracteriza el espíritu de nuestras comunidades debido a la fe vivida. El turista es particularmente sensible a la manera en que es acogido. Percibe de inmediato el estilo familiar de quienes lo atienden, sabe distinguir la acogida formal a menudo desvinculada de quien lo considera solamente un cliente. En un contexto cultural donde se excede la indiferencia, es decisivo que los cristianos sean testigos de una acogida que haga sentir a gusto a la persona y le haga experimentar la fraternidad. Entretenerse en dialogar, interesarse para que las vacaciones sean una experiencia de paz, facilitar las formas para que pueda tenerse a la mano el Evangelio o lecturas que despierten el interés por la oración y la espiritualidad, son algunos signos para dar sentido al tiempo de las vacaciones.

Economía sustentable y dignidad humana

4. La atención a la creación permite a los cristianos promover también una forma de economía que no tiene como objetivo la maximización de las ganancias que a menudo lleva a la violencia frente a la naturaleza, con fuertes repercusiones sobre la dignidad de la persona. La primacía de la ética no puede ser oscurecida por la sed de ganancias. No se pretende con esto bloquear el progreso tecnológico ni tampoco el desarrollo económico. La atención y el apoyo a las inversiones sustentables, entonces, no pueden ser pensados como un obstáculo, constituyen más bien una visión a futuro que abre a proyectos a largo plazo, sin caer en una miopía de la ganancia inmediata. Es necesario dar espacio a la creatividad de las generaciones para permitir que se redescubra la dignidad de cada persona. De hecho, como recuerda el Papa Francisco en la Enciclica Laudato si’: “Es más digno usar la inteligencia, con audacia y responsabilidad, para encontrar formas de desarrollo sustentable y equitativo, en el marco de una concesión más amplia de la calidad de vida” (n. 192). En este proceso, es urgente sobre todo que la política apoye con convicción y confianza los caminos que son descubiertos, para discernir con sabiduría los proyectos más adecuados, que pretenden el bien de todos y que hacen crecer la calidad de vida, en particular de las personas que pertenecen a las clases sociales más débiles.

Inversiones y salvaguarda cultural y espiritual

5. La iglesia siempre ha reconocido y apoyado el valor y la importancia del arte, de la cultura y de su salvaguarda porque permiten conocer a Dios y mantener vivas las raíces cristianas. El camino de la belleza es parte integral de nuestra misión por anunciar el Evangelio y promover el crecimiento espiritual de los creyentes. Por esta razón es importante que las inversiones no miren solo al turismo masivo, posible vehículo de pérdida de identidad cultural y religiosa. Al contrario, es oportuno que mientras se concentran las inversiones en las infraestructuras, se promueva la dignidad de todos los trabajadores del sector turístico, de manera que se contribuya a aumentar la calidad de su trabajo y del turismo mismo. En la atención a las obras de arte, que desde hace siglos son patrimonio de la humanidad y que se convierten en meta de los turistas de todo el mundo, es útil reiterar que su protección es responsabilidad de todos y por ello se debe condenar con convicción toda forma de violencia que atenta contra su conservación.

El turismo responsable por una casa común

6. Economía y ecología se relacionan recíprocamente con la “casa común” en la que habitamos y de la cual todos, sin excluir a nadie, necesitan sentirse responsables de las maneras correspondientes al papel que desempeñan y a la profesión que ejercen. Hacerse portavoz de un mensaje que proyecta un turismo respetuoso a la persona y al medio ambiente abre el camino para captar la bondad del Padre que vale encuentro de todos con su amor. Los trabajadores del turismo tienen entre las manos la posibilidad de ofrecer oportunidades válidas y eficaces para redescubrir un tiempo de vacaciones distinto: más solidario y menos consumista; más respetuoso de la naturaleza y capaz de contemplar la belleza en sus múltiples expresiones. También el tiempo de vacaciones, entonces, puede convertirse en una provocación para asumir comportamientos y estilos de vida que ayuden a volver a dirigir la mirada hacia lo Alto, redescubriendo la bondad de la fe, la fuerza de la caridad y la certeza de la esperanza. Es desde este punto que cada uno debe volver a partir para dar razón del respeto a la naturaleza, para comprometerse en una ecología integral.

Los trabajadores del turismo, un recurso importante

7. Que a todos los trabajadores que hacen del turismo su razón profesional y pastoral llegue la gratitud por mantener vivo este compromiso, haciendo propio el deseo del Papa Francisco, para que en vista del próximo Jubileo Ordinario 2025 no se olvide la contemplación de la belleza de la creación al cuidar nuestra casa común, encomendada a nosotros por Dios. Que por tanto la preparación del próximo Año jubilar sea celebrada y vivida con esta atención hacia la creación, manteniendo firme la esperanza por construir juntos el futuro.

+ Rino Fisichella

Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización
Sección para las cuestiones fundamentales de la evangelización en el mundo

26 de mayo 2023
Memoria de San Felipe Neri

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