ESCUCHEN LOS GRITOS DE LOS PEQUEÑOS E INDEFENSOS: ÁNGELUS DEL 23/02/2020

El Papa Francisco encabezó la oración mariana del Ángelus al término de la Misa, durante su visita a la ciudad de Bari, Italia, con ocasión del Encuentro “Mediterráneo, frontera de paz”. En el momento de oración, lanzó un nuevo y urgente llamado sobre la situación en Siria, pidió que se dejaran de lado los cálculos e intereses para salvaguardar la vida de los civiles y de muchos niños inocentes. Transcribimos a continuación el texto completo de su breve alocución, traducido del italiano:

Queridos hermanos y hermanas:

Mientras estamos reunidos aquí para orar y reflexionar sobre la paz y el destino de los pueblos frente al Mediterráneo, al otro lado de este mar, en particular en el noroeste de Siria, se consuma una enorme tragedia. Desde nuestros corazones de pastores, se eleva un fuerte llamado a las partes implicadas y a la comunidad internacional, para que silencien el ruido de las armas y se escuche el llanto de los pequeños e indefensos; para que dejen de lado los cálculos e intereses para salvaguardar las vidas de los civiles y de muchos niños inocentes que están pagando las consecuencias.

Oremos al Señor para que mueva los corazones y todos puedan superar la lógica de la confrontación, del odio y de la venganza para redescubrirse como hermanos, hijos de un solo Padre, que hace salir el sol sobre los buenos y los malos (cf. Mt 5, 45). Invoquemos al Espíritu Santo para que cada uno de nosotros, a partir de gestos de amor cotidianos, contribuya a construir relaciones nuevas, inspiradas en la comprensión, la acogida, la paciencia, estableciendo así las condiciones para experimentar la alegría del Evangelio y difundirlo en todos las ambientes de vida. Que la Virgen María, la “Estrella del Mar” [Santa Madre de Dios] a quien vemos como ejemplo más alto de fidelidad a Jesús y a su palabra, nos ayude a caminar en este camino.

Antes de recitar juntos el Ángelus agradezco de corazón a todos los Obispos y a cuantos han participado en este encuentro sobre el Mediterráneo como frontera de paz; así como a aquellos – ¡y son muchos! – que de diferentes maneras han trabajado para que saliera con éxito. ¡Gracias a todos! Han contribuido a hacer crecer la cultura del encuentro y del diálogo en esta región tan importante para la paz en el mundo.