EN EL BAUTISMO DAMOS A LOS NIÑOS UN TESORO: HOMILÍA DEL PAPA AL BAUTIZAR A 32 NIÑOS EN LA CAPILLA SIXTINA (12/07/2019)

En la Fiesta del Bautismo del Señor, el Papa Francisco administró el Sacramento del Bautismo a 32 recién nacidos durante la tradicional Misa con rito bautismal presidida en la Capilla Sixtina del Vaticano.

Se trata de una costumbre iniciada por San Juan Pablo II y con la que se pretende recordar el día en el que Jesús fue bautizado en el río Jordán. En su homilía – que ha pronunciado espontáneamente – el Papa explicó a los papás que al bautizar a sus hijos, hacen “un acto de justicia” porque en el Bautismo “les damos un tesoro” y no es otro que “el Espíritu Santo”. Por tanto, al bautizar a sus hijos “hacen que salgan y crezcan con el poder del Espíritu Santo”. Este poder – dice el Papa – “lo defenderá” y “lo ayudará a lo largo de su vida”, de ahí la insistencia del Pontífice en bautizar a los niños. Reproducimos a continuación el texto completo de su homilía, traducido del italiano:

Como Jesús que fue a bautizarse, así ustedes traen a sus hijos.

Jesús responde a Juan: “Que se haga toda justicia” (cf. Mt 3, 15). Bautizar a un hijo es un acto de justicia, para él. Y, ¿por qué? Porque nosotros en el Bautismo les damos un tesoro, en el Bautismo les damos una prenda: el Espíritu Santo. El niño sale [del Bautismo] con la fuerza del Espíritu en su interior: el Espíritu que lo defenderá, lo ayudará, durante toda la vida. Por esto es tan importante bautizarlos de niños, para que crezcan con la fuerza del Espíritu Santo.

Este es el mensaje que quiero darles hoy. Ustedes traen a sus hijos hoy, para que tengan en su interior el Espíritu Santo. Y tengan cuidado de que crezcan con la luz, con la fuerza del Espíritu Santo, mediante la catequesis, la ayuda, la enseñanza, los ejemplos que les den en casa… Este es el mensaje.
No quiero decirles más. Solamente un aviso. Los niños no están acostumbrados a venir a la Sixtina, ¡es la primera vez! No están acostumbrados a estar encerrados en un ambiente también un poco caluroso. Y no están acostumbrados a estar vestidos así, para una fiesta tan hermosa como hoy. Se sentirán un poco a disgusto en cualquier momento. Y comenzará uno a llorar… – ¡aún no comienza el concierto! – pero comenzará uno, después otro… No se asusten, déjenlos llorar y gritar. Pero aún más, si tu niño llora y se lamenta, quizá es porque siente mucho calor: quítale alguna cosa; o porque tiene hambre: amamántalo, aquí, sí, siempre en paz. Una cosa que dije también el año pasado: ellos tienen una dimensión “coral”: es suficiente que uno del el “La” y comienzan todos, y comenzará el concierto. No se asusten. Es una hermosa predicación cuando llora un niño en la iglesia, es una hermosa predicación. Hagan lo necesario para que se sienta cómodo y continuamos.

No lo olviden: ustedes traen al Espíritu Santo al interior de los niños.

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