SEAN CREADORES DE PAZ Y RECONCILIACIÓN EN UN MUNDO EN GUERRA: MENSAJE DE LEÓN XIV AL MOVIMIENTO “PAX CHRISTI USA” (26/07/2025)

«Paz» es la palabra que el Papa León XIV repite en cada encuentro desde el inicio de su magisterio. Es lo que más le preocupa, sobre todo ante un mundo desgarrado por la violencia y la guerra. También la repite en el mensaje, fechado el 20 de julio, enviado a Pax Christi USA, que el 24 de julio inauguró la Asamblea Nacional semestral en Detroit, Míchigan, y que está programada hasta el próximo día 27. Transcribimos a continuación, el texto del mensaje, traducido del inglés:

Dirijo mis cordiales saludos y mis mejores deseos a los participantes en la Asamblea Nacional semestral de Pax Christi USA, que se realiza en Detroit, Michigan, en este mes de julio.

En medio de los muchos desafíos que nuestro mundo tiene que afrontar en este momento, entre los cuales están los conflictos armados tan difundidos, las divisiones entre los pueblos en los desafíos vinculados con la migración forzada, los esfuerzos para promover la no violencia son más que nunca necesarios. Nos hace bien recordar que, después de la violencia de la Crucifixión, las primeras palabras de Cristo resucitado a los apóstoles fueron palabras de paz, «una paz desarmada y una paz que desarma, humilde y perseverante» (Primer bendición, “Urbi et Orbi”, 8 de mayo 2025).

Jesús sigue enviando a sus seguidores al mundo para que se conviertan en creadores de paz en su vida cotidiana. En las parroquias, en los barrios y sobre todo en las periferias es mucho más importante que una iglesia capaz de reconciliación esté presente y visible (cf. Discurso a la Conferencia Episcopal italiana, 17 de junio 2025).

Pido de manera particular para que su encuentro inspire a todos en Pax Christi USA a trabajar para transformar sus propias comunidades locales en «“casas de paz”, donde se aprende a desactivar la hostilidad a través del diálogo, donde se practica la justicia y se custodia el perdón» (ibid.). De tal forma, ayudarán a muchas más personas a acoger la invitación de San Pablo a vivir en paz con sus hermanos y hermanas (cf. Rom 12, 18). Con estos sentimientos encomiendo a la Asamblea a la intercesión de María, Madre de la Iglesia, e imparto gustoso mi Bendición Apostólica como prenda de abundantes gracias celestiales.

LEÓN PP. XIV