NO ROBEMOS A LAS NUEVAS GENERACIONES LA ESPERANZA EN UN FUTURO MEJOR: MENSAJE DEL PAPA A LA CUMBRE VIRTUAL DE ALTO NIVEL SOBRE RETOS CLIMÁTICOS (12/12/2020)

Durante la Cumbre Virtual de Alto Nivel sobre Retos Climáticos (High Level Virtual Climate Ambition Summit) organizada este 12 de diciembre por Gran Bretaña y Francia, en asociación con Chile e Italia, el Santo Padre, a través de un video mensaje, anunció la adopción por parte de la Santa Sede de una estrategia de reducción de emisiones netas cero. Al anunciar estos compromisos, el Santo Padre recordó la importancia de que “la actual pandemia y el cambio climático [...] nos llaman a la responsabilidad de promover, con un compromiso colectivo y solidario, una cultura del cuidado, que ponga en el centro la dignidad humana y el bien común”. Ha llegado el momento de un cambio de rumbo, dijo, no robemos a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor. Transcribimos a continuación, el texto completo de su mensaje, traducido del italiano:

La actual pandemia y el cambio climático, que tienen una relevancia no sólo ambiental, sino también ética, social, económica y política, inciden, sobre todo, en la vida de los más pobres y frágiles. De este modo apelan a nuestra responsabilidad de promover, con un compromiso colectivo y solidario, una cultura del cuidado, que ponga en el centro la dignidad humana y el bien común.

Además de adoptar algunas medidas que no pueden aplazarse más, es necesaria una estrategia que reduzca a cero las emisiones netas (net-zero emissions).

La Santa Sede se une a este objetivo, moviéndose en dos planos:

1. Por una parte, el Estado de la Ciudad del Vaticano se compromete a reducir a cero las emisiones netas antes de 2050, intensificando los esfuerzos de gestión ambiental, ya en curso desde hace algunos años, que hagan posible el uso racional de recursos naturales como el agua y la energía, la eficiencia energética, la movilidad sustentable, la reforestación, y la economía circular también en la gestión de los desechos.

2. Por otra parte, la Santa Sede se compromete a promover una educación para la ecología integral. Las medidas políticas y técnicas deben unirse con un proceso educativo que favorezca un modelo cultural de desarrollo y de sustentabilidad centrado en la fraternidad y en la alianza entre el ser humano y el ambiente. En esta perspectiva, he inaugurado el Pacto educativo global, para acompañar a las escuelas y universidades católicas, frecuentadas por más de 70 millones de estudiantes en todos los continentes; y he apoyado la Economía de Francisco, a través de la cual jóvenes economistas, empresarios, expertos en finanzas y en el mundo del trabajo, promuevan nuevos caminos que superen la pobreza energética, que pongan el cuidado de los bienes comunes en el centro de las políticas nacionales e internacionales, y que favorezcan la producción sustentable también en países con baja renta, compartiendo tecnologías avanzadas apropiadas.

Ha llegado el momento de un cambio de rumbo. No robemos a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor. Gracias.

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