SEAN CONSCIENTES DE SU RESPONSABILIDAD: PALABRAS DEL PAPA A LOS EMPLEADOS DEL CAPITOLIO EN ROMA (26/03/2019)

En su saludo a los empleados capitolinos con sus familias reunidos en la Sala de la Protomoteca, al final de su visita al Capitolio de este 26 de marzo, el Santo Padre llamándolos “queridos amigos”, les manifestó que son, en cierto sentido, “la columna vertebral de la organización municipal”. Y les pidió que prosigan “con generosidad y confianza” su actividad al servicio de la ciudad de Roma. En su Discurso el Papa Francisco les dio las gracias por la bienvenida y preparación con que lo recibieron y les ofreció una breve reflexión acerca del trabajo que realizan. Trabajo que no sale en los titulares, sino que lo llevan a cabo “entre bastidores”, y en el que gracias a su compromiso diario hace posible las actividades ordinarias de la ciudad en favor de los ciudadanos y de los numerosos visitantes que acuden cada día a Roma. Transcribimos a continuación las palabras del Papa, traducidas del italiano:

Queridos amigos:

Al final de mi visita al Capitolio, me complace saludar a quienes, de alguna manera, son la columna vertebral de la organización municipal. Les agradezco su bienvenida y todo lo que han hecho para preparar este día.

La mayor parte del trabajo que hacen no sale en las noticias. Ninguno de ustedes es noticia, pero hacen cosas que sostienen. Detrás del escenario, su compromiso diario hace posible la actividad ordinaria de la Municipalidad en favor de los ciudadanos y de los numerosos visitantes que vienen a Roma todos los días. Con su trabajo, se esfuerzan por salir al encuentro de las exigencias legítimas de las familias romanas, que en tantos aspectos, dependen de su preocupación: ¡sean conscientes de tanta responsabilidad! Son trabajadores sobre el terreno, funcionarios, empleados en varias oficinas y departamentos múltiples de la administración pública, personal de limpieza, mantenimiento y seguridad. ¡Gracias por todo lo que hacen!

Su trabajo silencioso y fiel contribuye no sólo al mejoramiento de la ciudad, sino que también tiene un gran significado para ustedes, personalmente, porque la forma en que trabajamos expresa nuestra dignidad y el tipo de personas que somos.

Los animo a continuar su actividad al servicio de la Ciudad de Roma, de sus habitantes, de los turistas y peregrinos con generosidad y confianza. Rezaré por ustedes y por sus familias; y por favor, le pido a cada uno, que se acuerde de rezar un poco por mí. Dios los bendiga a todos. Gracias.

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