SEAN ARTÍFICES DE FRATERNIDAD Y SOLIDARIDAD: PALABRAS DEL PAPA A LOS CIUDADANOS DE ROMA (26/03/2019)

En sus palabras a la ciudadanía romana desde el Capitolio, el Papa Francisco destacó este 26 de marzo, ante todo que suele encontrarse con ellos en la Plaza de San Pedro, en la catedral de San Juan de Letrán o en las parroquias, mientras hoy lo hacía desde la “cuna de esta ciudad y corazón palpitante de su vida administrativa y civil”. Y destacó que la Iglesia que está en Roma, según la conocida expresión de San Ignacio de Antioquía, “preside la caridad”, por lo tanto “es tarea de su Obispo, el Papa”, pero también lo es “de todos los cristianos de Roma”, “trabajar concretamente para mantener siempre luminoso el rostro de esta Iglesia, reflejando la luz de Cristo que renueva los corazones”. Al recordar que en el corazón del Papa también están quienes no comparten nuestra fe, puesto que “todos son hermanos”, manifestó a todos su cercanía espiritual y su estímulo para que sean cada día “artesanos” de la fraternidad y de la solidaridad. Reproducimos a continuación las palabras del Papa, traducidas del italiano:

Queridos romanos, ¡buenos días!

Como su obispo, generalmente los encuentro en San Pedro, en San Juan o en las parroquias... Hoy puedo dirigirles la palabra y el saludo desde el Capitolio, cuna de esta Ciudad y corazón de su vida administrativa y civil. ¡Gracias por su presencia y por su afecto por el Sucesor de Pedro!

La Iglesia que está en Roma, según la conocida expresión de san Ignacio de Antioquía, “preside en la caridad” (Carta a los Romanos, Proemio). Por lo tanto, es deber de su obispo, el Papa, pero también de todos los cristianos de Roma, trabajar de manera concreta para mantener el rostro de esta Iglesia siempre luminoso, reflejando la luz de Cristo que renueva los corazones.

En el corazón del Papa también hay sitio para quienes no comparten nuestra fe, todos son hermanos: son para todos mi cercanía espiritual y mi invitación a ser cada día “artesanos” de la fraternidad y la solidaridad. Esta es la tarea de un ciudadano: ser artesano de fraternidad y solidaridad. Como tantas personas en todo el mundo, también ustedes, ciudadanos de Roma, están preocupados por el bienestar y la educación de sus hijos; les importa el futuro del planeta y el tipo de mundo que dejaremos para las generaciones futuras. Pero hoy, y todos los días, me gustaría pedirles, a cada uno de ustedes, según su capacidad, que se cuiden los unos a los otros, que permanezcan cerca unos de otros, que se respeten mutuamente. Así encarnan los valores más bellos de esta Ciudad: una comunidad unida que vive en armonía, que actúa no sólo por la justicia, sino en un espíritu de justicia.

¡Gracias de nuevo por este encuentro! Le pido al Señor que los colme con sus gracias y sus bendiciones. Y les pido, por favor, que recen por mí. ¡Gracias y hasta pronto!

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