LOS POBRES SON VULNERABLES, AMADOS Y SALVADOS POR DIOS: PALABRAS DEL PAPA A LA CÁRITAS DE ROMA (29/11/2019)

Durante su visita a Cáritas de Roma, con ocasión del 40mo. Aniversario de la institución de este organismo diocesano, el Santo Padre fue recibido por el Cardenal Vicario Angelo De Donatis, el Obispo Gianpiero Palmieri y el Padre Benoni Ambarus, Director de Cáritas de Roma, alrededor de las 4:00 de la tarde. “Para trabajar en Cáritas es necesario reconocer esa palabra, vulnerabilidad, hacerla carne en el corazón; venir a pedir ayuda y decir soy vulnerable. Y ayudar bien, sólo se hace desde la propia vulnerabilidad, es el encuentro de diferentes heridas, de diferentes debilidades, pero todos somos débiles y todos somos vulnerables”. Así lo dijo el Papa Francisco a las personas que son acogidas en la “Ciudadela de la caridad”, y a los voluntarios que colaboran en este organismo diocesano, la tarde de este 29 de noviembre de 2019. Transcribimos a continuación el texto completo de su intervención, traducido del italiano:

Saludo inicial

¡Gracias! Gracias a todos por su bienvenida. Estoy contento de verlos aquí. ¡Muchas gracias! Continúen estando juntos, ayudándose unos a otros, porque esto hace bien al corazón. Cuando el corazón se detiene no hay vida. Y el corazón de la amistad debe estar siempre en movimiento, porque así es la vida. Y este es el signo de la fraternidad, de la amistad. Gracias por estar aquí y oren por mí. Y que Dios los bendiga a todos. ¡Gracias!

Palabras después de los testimonios

Gracias por la acogida, por estar aquí. Gracias a todos.

Dos palabras se han dicho que me han impactado. Ella [trabajadora del Centro de Escucha para extranjeros] habló de personas vulnerables. de vulnerabilidad. Me di cuenta que ella encontró una relación con la vulnerabilidad de las personas. Y esto porque sabe que también ella misma es vulnerable. La vulnerabilidad nos pone en común a todos. Todos somos vulnerables, y para trabajar en la Cáritas se necesita reconocer esa palabra, pero reconocerla hecha carne en el corazón. Venir a pedir ayuda es decir: “Soy vulnerable”; y ayudar bien, se hace solamente a partir de la propia vulnerabilidad. Es el encuentro de heridas distintas, de debilidades diferentes, pero todos somos débiles, todos somos vulnerables. También Dios ha querido hacerse vulnerable por nosotros. Es uno de nosotros y sufrió: no tenía casa donde nacer, sufrió la persecución, escapar a otro país, migrante; sufrió la pobreza. Dios se ha hecho vulnerable. Y por esto nosotros podemos hablar con Jesús, ¡porque es uno de nosotros!

Y esta es la palabra que dijo el P. Benoni [Director de Cáritas Roma]: podemos tener intimidad con Jesús porque es uno de nosotros, itinerante. Caminar con Jesús en la vida, porque tenemos la misma carta de identidad: vulnerables, amados y salvados por Dios. Este es el camino. No se puede ayudar a los pobres, no se puede acercarse a los pobres a distancia. Se necesita tocar, tocar las llagas; son las llagas de Jesús. Es misterioso; cuando tú tocas esa llaga, te das cuenta de la tuya. Y esta es la gracia que nos dan los pobres, la gracia que nos da la vulnerabilidad de los pobres: saber que también nosotros somos vulnerables. Esto es bellísimo, porque significa que también nosotros tenemos necesidad de salvación, tenemos necesidad de alguien que nos diga una palabra buena: los voluntarios, también los curas… Todos tenemos necesidad de un hermano Jesús; tenemos necesidad de esa intimidad itinerante, de caminar con Jesús.

Gracias a todos por hacer ver que tenemos la misma carta de identidad. Cada uno tiene la propia vulnerabilidad, pero el apellido es el mismo: vulnerable. Y esto es grande y es hermoso, porque, ¿qué significa?, que necesitamos salvación, necesitamos cuidado. Y la salvación Dios no la hace con un decreto. Dios la hace caminando con nosotros, acercándose a nosotros en Jesús. Esta es la salvación. Gracias por haber dicho esa palabra, “vulnerable”, que es común a todos. Y gracias a ti [P. Benoni] por haber hablado de la “intimidad itinerante” con Jesús. Me ha hecho bien escucharlos. Las dos preguntas que me hicieron ¡las he olvidado! Me ha venido decir esto. ¡Y adelante! ¡Adelante, así!

P. Benoni:

Para los próximos 40 años…

Papa Francisco:

Vine aquí en el Jubileo de la Misericordia, ¿no?

P. Benoni:

18 de diciembre de 2015, no aquí, a Vía Marsala, para la apertura de la Puerta Santa.

Papa Francisco:

Ah, claro. La apertura… Cerca de Termini. Y esto, ¿es nuevo?

P. Benoni:

Son dos realidades diferentes.

¿Desea decir una palabra sobre la Cáritas de los próximos 40 años? Qué es esencial, qué anunciar… El Evangelio de la caridad…

Papa Francisco:

El Evangelio se anuncia con el testimonio, no con los argumentos, el proselitismo… No. Con el testimonio se anuncia. Jesús nos dejó un ejemplo de testimonio para los próximos 40 años: ese hombre, que no era religioso, [se refiere a la parábola del Buen Samaritano, Lc 10] quizá pensaba que no era religioso, no sé, ese hombre encuentra en el camino a un que había sido herido por ladrones, y lo cuida, lo lleva a la posada… Es interesante: Jesús no refiere palabras pronunciadas por este hombre; solamente dice que «tuvo compasión», que significa padecer con. Lo toma, lo lleva, habla con el posadero, lo cura un poco y dice: “Yo debo irme, pero en tres días regreso”. Da dos monedas [al posadero y dice]: “Si se necesita algo después, pagaré”. Yo pienso: ese posadero, ¿qué habrá pensado? ¡Este está loco! Esta es la palabra que quisiera decirte: locura. Locura de amor, locura por ayudar, locura por compartir la propia vulnerabilidad con los vulnerables. No sé. Locura. “Pero estos curas, en lugar de quedarse en la iglesia, decir Misa, estar tranquilos, hacen todo este movimiento… “¡Están locos!” – “¡Muy bien: están locos!” Este es el programa: locos. Pensar en el posadero.

Ahora pediré al Señor que los bendiga a todos ustedes, a todos ustedes.

Que Dios los bendiga a todos ustedes y los acompañe en el camino de la vida. Amén.

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