ANTE EL ESCENARIO ACTUAL, URGE FOMENTAR LA PAZ: MENSAJE DEL PAPA POR LOS 1,500 AÑOS DE CULTO A LA IMAGEN DE SANTA MARÍA EN PÓRTICO (17/07/2024)

Invocar la paz y hacerse «constructores de paz», es la invitación del Papa Francisco, «mirando al escenario actual», en su carta publicada este 17 de julio por los 1,500 años del culto a la venerada imagen de Santa María in Portico – Romanae Portus Securitatis, protectora de la Ciudad Eterna, «faro luminoso que ha conducido a sus hijos a puerto seguro». La Virgen Santa «se reveló en un momento particularmente difícil para la Iglesia, extendiendo su manto sobre el Papa Juan I, que sufrirá y morirá por la paz sin renegar de la fe, hecho rehén de complots políticos y guerras fratricidas», escribió el Pontífice en su carta, fechada el pasado 29 de junio, al Padre Antonio Piccolo, Rector General de la Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios, a quien está confiada la custodia del culto desde 1601, y cuyo texto compartimos a continuación, traducido del italiano:

Al Reverendísimo P. Antonio Piccolo
Rector General de la Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios

El feliz aniversario de los 1,500 años de culto a la venerada imagen de Santa María en Pórtico – Romanae Portus Securitatis, protectora de la Ciudad Eterna, es para mí una alegre ocasión para unirme en oración a su Familia Religiosa, a la que desde 1601 se ha confiado la custodia, y que desea elevar la alabanza a Ella, Madre amorosa y solícita, faro luminoso que ha conducido a sus hijos a puerto seguro. Dirijo, por tanto, mi cordial pensamiento a cada uno de ustedes y a todos los que participan en este acontecimiento tan significativo para toda la Iglesia de Roma.

Por una coincidencia providencial, 2024, año de preparación al Jubileo de la Esperanza, es un tiempo de gracia especial, ya que conmemoran también los 450 años de la fundación por San Juan Leonardi, devoto de la Madre celestial, elegida como custodia del carisma leonardino.

El culto a Santa María en el Pórtico de Campitelli nació después de una prodigiosa manifestación de la Madre de Dios que ocurrió el 17 de julio de 524 en casa de Santa Galla, patricia romana, en presencia del Papa San Juan I. Desde entonces, el Pórtico donde la noble Galla acogía a los pobres y peregrinos, se convierte en Santuario mariano y hospicio de caridad. Esta es para ustedes, herederos espirituales de San Leonardi, una invitación a cuidar y promover el valor de la acogida a los pobres y a los últimos, para que los lugares que habitamos y las propias iglesias puedan ser un pórtico abierto al mundo, en el cual ofrecer consuelo y socorro a las tantas formas de indigencia que caracterizan nuestro vivir.

La Virgen Santa, además, se reveló en un momento particularmente difícil para la Iglesia, extendiendo su manto sobre el Papa Juan I, que sufrirá y morirá por la paz sin renegar de su fe, hecho rehén de complots políticos y guerras fratricidas. Ante el escenario actual, ¿cómo no captar entonces la urgencia de fomentar la paz, de orar por la paz? Invoquen la paz y háganse constructores de paz ante todo en sus comunidades reconciliadas y reconciliadoras. Que el ejemplo de vida fraterna sea evangélicamente atractivo para los fieles a los que dirigen el servicio pastoral.

Los exhorto a mirar a María como signo de consuelo y esperanza segura, rostro materno de Dios y morada en donde refugiarse; Ella, de hecho, nos da continuamente a su Hijo como única fuente de concordia, esperanza de salvación, camino hacia la paz, imperativo absoluto de la búsqueda humana.

Con este espíritu, el santo farmacéutico Giovanni Leonardi fundó la “Congregación de los Sacerdotes Reformados de María Santísima”, precisamente para devolver a la Iglesia el lustre apostólico de sus orígenes. “Cristo ante todo”, dirá, ¡Cristo en el centro de todo, Cristo la medida de todo! Cristo la única medicina capaz de curar los males de la Iglesia y del ser humano.

Dicho compromiso con María que acompaña amorosamente el camino de la Congregación a Ella dedicada, se renueva aún hoy y los llama a todos ustedes a un cada vez mayor celo misionero y a un progreso continuo en la vida espiritual, acogiendo la exhortación del Santo Fundador, que con fuerza recordaba “ante los ojos de la mente y del corazón sólo el honor y la gloria de Cristo y Él crucificado” (San Juan Leonardi, Himno a la Cruz).

Finalmente, que las celebraciones jubilares que se disponen a vivir, bajo la mirada de la Virgen del Pórtico, traigan a la memoria la obra evangelizadora de San Juan Leonardi, que también escribió las primeras Constituciones del Colegio Urbano de Propaganda Fide, para formar sacerdotes capaces de captar los desafíos misioneros del tiempo. Los animo entonces también a ustedes a considerar importante la formación integral de los religiosos, en un camino de conformación progresiva al Crucificado resucitado, primicia de la humanidad redimida (cf. 1 Cor 15, 20) y, mirando a María, discípula de Cristo y Madre de la Iglesia, que su apostolado pueda ser canal de gracia e instrumento para el anuncio gozoso del Evangelio.

Con tales deseos, al encomendar a todos a la intercesión de la Virgen Santa, amorosamente invocada como Romanae Portus Securitatis, y de San Juan Leonardi, con gusto les envío mi paternal Bendición, confiando en su oración por mí.

Fraternalmente,

Roma, desde San Juan de Letrán, 29 de junio 2024
Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, Apóstoles
Patronos de la Alma Ciudad de Roma

FRANCISCO

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