QUIEN CONSTRUYE MUROS, ACABA PRISIONERO: CONFERENCIA DE PRENSA DEL PAPA EN EL VUELO DE REGRESO DESDE MARRUECOS (31/03/2019)
El Papa Francisco despegó del aeropuerto de Rabat a las 18:28 (hora de Roma) de este 31 de marzo y aterrizó en la capital italiana a las 20:56, después de un viaje de dos días. Durante el vuelo conversó con los periodistas y habló sobre el diálogo con los musulmanes. Hizo un llamado a Europa sobre el tema de los refugiados; la libertad de conciencia y la prioridad de los derechos humanos sobre cualquier otra ley. Reproducimos a continuación el texto completo de la conferencia de prensa, traducido del italiano:
Buenas tardes Santo Padre, buenas tardes a todos ustedes. Tenemos un vuelo más breve que lo programado, pero pienso que les gustará regresar más rápidamente a casa y por ello la conferencia de prensa será un poco más breve. Así que no haré más introducción que ésta, Santo Padre: ayer decíamos “Servidor de la Esperanza”, hemos visto la alegría, la esperanza, muchísimos jóvenes, y es hermoso a pocos días de la firma de Christus vivit, que en dos días será publicada; este es también un signo bello que ha venido de Marruecos. No sé si quiera también usted agregar alguna cosa antes de dar espacio a las preguntas.
Papa Francisco:
Les agradezco por la compañía, el viaje, su trabajo, que ha sido muy esforzado porque han habido muchas cosas en un día y medio. Gracias por su trabajo y ahora estoy a vuestro servicio.
Gisotti:
Como siempre y es tradición comenzamos con los medios locales, Siham Taufichi. Usted puede hacer la pregunta en inglés o en francés, como prefiera.
Siham Toufiki - MAP:
Hay momentos que han sido muy fuertes y mensajes importantes. Hubo un acontecimiento excepcional y un hecho histórico que el pueblo marroquí recibió calurosamente. La pregunta es ¿cuáles son los frutos para el futuro, de esta visita para la paz en el mundo y el asunto de la coexistencia del diálogo y las culturas?
Papa Francisco:
Yo diré que ahora están las flores, los frutos se verán después. Pero las flores son prometedoras. Estoy contento, porque en estos dos viajes he podido hablar de cosas que me tocan muchos en el corazón, que son la paz, la unidad, la fraternidad. Incluso con los hermanos musulmanes y musulmanas, hemos resaltado esta fraternidad en el documento de Abu Dhabi y aquí en Marruecos con esto que todos hemos visto: una libertad, una acogida, todos hermanos, con un respeto muy grande.
Y esto es una bella flor, una bella flor de coexistencia, una bella flor que es prometedora, que puede dar frutos. No nos debemos preocupar, es cierto, habrá aún dificultades, muchas dificultades, porque por desgracia hay grupos intransigentes. Y esto quiero decirlo claramente: en toda religión siempre hay grupos integristas, que no quieren ir adelante, que viven de recuerdos amargos, de luchas pasadas, y siguen buscando la guerra, y siembran el temor. Hemos visto que es más lindo sembrar la esperanza, ir con el hermano siempre adelante.
Hemos visto en el diálogo con ustedes aquí en Marruecos que se quieren puentes, sentimos dolor cuando vemos a las personas que prefieren construir muros. ¿Por qué tenemos dolor? Porque los que construyen muros terminarán siendo prisioneros de los muros que construyen. En cambio, los que construyen puentes, van adelante.
Para mí construir puentes es algo que va casi más allá de lo humano, porque requiere un esfuerzo muy grande. A mí me tocó mucho una frase del escritor Ivo Andrich, de una de sus novelas, “El puente sobre el Drina”, en la que dice que el puente es hecho por Dios con las alas de los ángeles, para que los hombres comuniquen las montañas, las playas de un río, para que los hombres puedan comunicarse.
El puente es para la comunicación humana y esto es bellísimo y esto lo he visto aquí en Marruecos. Es bellísimo. En cambio, los muros están contra de la comunicación, están para el aislamiento, se convertirán en prisioneros de esos muros.
Entonces, los frutos no se ven todavía, se ven las flores que darán fruto. Vayamos adelante así. Gracias
Gissoti:
Santo Padre, otra pregunta de un medio de Marruecos. Nadia Hammouchi, Radio 2M.
Nadia Hammouchi - Radio 2M:
Su Santidad, usted ha estado durante dos días entre el islam, usted es el líder de la Iglesia Católica, se ha encontrado con el rey de Marruecos que es creyente. Ha conversado sobre la necesidad del acercamiento entre las religiones y las culturas, también ha firmado documentos para hacer cosas concretas en este sentido. ¿En qué sentido esta visita, con todos estos acontecimientos importantes que ha tenido, refuerza este diálogo y la cercanía personal entre el jefe de la Iglesia Católica y la comunidad de los creyentes en Marruecos?
Papa Francisco:
Siempre que hay diálogo fraterno hay una relación en varios niveles. Permítame una imagen: el diálogo no puede ser de laboratorio, tiene que ser humano. Y que sea humano quiere decir que se hace con la mente, con el corazón, con las manos. Así se hacen y se firman los pactos, por ejemplo el común acuerdo sobre Jerusalén. No fue hecho por la autoridad de Marruecos y otra del Vaticano, sino por hermanos creyentes que sufren viendo esta ciudad de la esperanza todavía que no es universal como todos queremos. Todos queremos esto: judíos, musulmanes y cristianos.
Todos queremos esto, por eso hemos firmado este deseo, más que un acuerdo es un deseo, un llamado a la fraternidad religiosa que está simbolizada en esta ciudad que es de todos nosotros, todos somos ciudadanos de Jerusalén, todos los creyentes. No sé si esta era la pregunta que me ha querido hacer.
Me ha gustado también el encuentro con algunos líderes religiosos respetuosos y con intención de dialogar. Vuestros líderes religiosos son fraternos, son abiertos. Esta es una gracia. Sigamos adelante en este camino.
Nicolás Seneza - La Croix:
Buenas noches Santo Padre. Ayer el rey de Marruecos dijo que protege a los judíos marroquíes y a los cristianos de otros países que viven en Marruecos. La pregunta es por los musulmanes que se convierten al cristianismo. Quiero saber si le preocupan estos hombres y mujeres que se arriesgan a ser encarcelados o, como en otros países musulmanes como los Emiratos que usted ha visitado, la muerte. También otra pregunta sobre el Cardenal Barbarin que ha nacido en Rabat. Esta semana el concilio de la diócesis de Lyon han votado casi unánimemente para que se encuentre una solución durable para su retiro, recordando su destino judicial. Quiero saber si es posible para él, en el marco de la sinodalidad de la Iglesia, de escuchar este llamado de una diócesis con esta situación difícil.
Papa Francisco:
Puedo decir que en Marruecos hay libertad de culto, hay libertad religiosa, hay libertad de pertenencia a un credo religioso. Luego, la libertad siempre se desarrolla, crece, piensa tú, si nosotros los cristianos, hace 300 años, si teníamos esta libertad que tenemos hoy. La fe crece en la conciencia, en la capacidad de entenderse a sí misma.
Un monje de ustedes, francés, Vincenzo Delerin, del siglo ocho o nuevo, acuñó una expresión bellísima para explicar cómo se puede crecer en la fe, explicar mejor las cosas, crecer también en la moral, pero siempre siendo fiel a las raíces.
Y él dijo tres palabras, pero que marcan el camino. Dijo que crecer en la explicitación de la conciencia, de la fe y de la moral, tiene que ser utanis consolidetur dilatetur tempore sublimetur aetate. Es decir, el crecimiento debe ser consolidado en los años, extendido en el tiempo, pero es la misma fe, y sublimada con los años.
Así se entiende, por ejemplo, que nosotros hoy hemos quitado del Catecismo de la Iglesia Católica la pena de muerte. Hace 300 años se quemaba vivos a los herejes, porque la Iglesia ha crecido en la conciencia moral, en el respeto de la persona.
La libertad de culto crece también. Nosotros también tenemos que seguir creciendo. Hay gente, católicos que no aceptan lo que el Concilio Vaticano II ha dicho sobre la libertad de conciencia y de culto. Católicos. Nosotros también tenemos este problema.
Los hermanos musulmanes también crecen en la conciencia y algunos países no comprenden bien o no crecen como otros. En Marruecos sí hay este crecimiento.
En este marco está el problema de la conversión. Algunos países aún no la ven, no sé si está prohibida, pero la práctica está prohibida. Otros países como Marruecos no hacen este problema. Son más respetuosos, abiertos, buscan cierto modo de actuar con discreción. Otros países con los que he hablado dicen que no tienen problema, pero prefieren que el bautismo lo hagan fuera del país y que vuelvan como cristianos. Son modos de progresar en la libertad de conciencia y la libertad de culto.
Pero a mí me preocupa otra cosa: el retroceso de nosotros los cristianos, cuando cortamos la libertad de conciencia. Piensa en los médicos en los hospitales, donde los médicos no tienen derecho a la objeción de conciencia por ejemplo para la eutanasia. ¿Cómo, la Iglesia ha ido adelante y ustedes países cristianos van hacia atrás? Piensen en esto porque es verdad. Hoy, nosotros los cristianos corremos el riesgo que algunos gobiernos cristianos nos quiten la libertad de conciencia, que es el primer paso para la libertad de culto.
No es fácil la respuesta pero no acusemos a los musulmanes, acusemos también a nosotros, a estos países donde sucede esto. Nos debe avergonzar.
Luego, sobre el Cardenal Barbarin, hombre de Iglesia, ha presentado su dimisión y yo no puedo aceptarla moralmente porque, jurídicamente, también en la jurisprudencia mundial, clásica, está la presunción de inocencia durante el tiempo en que la causa esté abierta. Y él ha apelado y la causa está abierta. Luego, cuando el segundo tribunal dé la sentencia, veremos qué cosa sucede, pero siempre tener la presunción de inocencia.
Esto es importante porque va contra la superficial condena mediática. “Ah, has hecho esto”, pero mira ¿qué cosa dice el juez? ¿qué dice la jurisprudencia mundial? Que si una causa está abierta está la presunción de inocencia. Tal vez no es inocente, pero está la presunción.
Muchas veces… una vez he hablado del caso de España, donde la condena mediática arruinó la vida de algunos sacerdotes que luego fueron juzgados inocentes. Antes de hacer una condena mediática, piénselo dos veces. No sé si he respondido.
Él ha preferido honestamente, ha dicho “me retiro, me despido voluntariamente y dejo al vicario general gestionar la arquidiócesis hasta que el tribunal dé la sentencia final”. ¿Entendido? Gracias.
Cristina Cabrejas - EFE:
En el discurso de ayer a las autoridades ha dicho que el fenómeno migratorio no se resuelve con las barreras físicas. Aquí en Marruecos, España ha construido dos barreras, con armas punzantes para los que quieran superarla. Usted ha conocido a alguno de ellos en estos encuentros. El presidente Trump dice que quiere cerrar la frontera e incluso quitar la ayuda a tres países centroamericanos. ¿Qué les dice a estos líderes, a estos gobernantes que defienden, todavía, estas decisiones?
Papa Francisco:
Antes que nada, recuerdo lo que he dicho hace un momento: los constructores de muros, sean de alambre con cuchillos, o con ladrillos, serán prisioneros de los muros que hacen. Primero. Cualquier cosa, la historia dirá.
Segundo: Jordi Évole, cuando me hizo la entrevista, me hizo ver un pedazo de ese filo con los cuchillos. Te digo sinceramente, yo me he conmocionado, y después de que él se fue, lloré. He llorado porque no entra en mi cabeza, en mi corazón, tanta crueldad. No entra en mi cabeza, en mi corazón, ver ahogarse gente en el Mediterráneo en lugar de hacer un puente a los puertos. No entra.
Este no es el modo de resolver el grave problema de la migración. Yo entiendo, un gobierno con este problema tiene una papa caliente en las manos, pero lo debe resolver de otra manera, humanamente.
Cuando vi ese filo con cuchillos, me parecía que no podía creerlo.
Una vez tuve la posibilidad de ver un film en la cárcel de refugiados que regresan, que son enviados de vuelta. Cárceles no oficiales, cárceles de los tratantes de carne, los traficantes. Si quieres te los puedo enviar pero hacen sufrir.
A las mujeres y a los niños los venden, quedan los hombres. Y las torturas que se ven filmadas ahí son para no creer. Es un film hecho a escondidas por los servicios.
“Yo no dejo entrar”. Es verdad porque no tengo lugar, pero hay otros países, está la humanidad de la Unión Europea. Se debe hablar en toda la Unión Europea.
“No los dejo entrar, los dejo ahogarse ahí o los mando de regreso sabiendo que muchos caerán en las manos de estos traficantes que venderán a las mujeres y niños, y matarán o torturarán para hacer esclavos a los hombres”. Esto está filmado y a su disposición.
Una vez hablé con un gobernante, un hombre a quien yo respeto, y diré el nombre: con Alexis Xsipras, y hablando de esto y de los acuerdos de no dejarlos entrar, él me ha explicado las dificultades, pero al final me habló con el corazón y me dijo esta frase: “Los derechos humanos son primero que los acuerdos”. Esta frase se merece el Premio Nobel.
Michael Schramm - ARD Roma:
Usted combate desde hace años por ayudar a los inmigrantes como en los últimos días en Marruecos. La política europea va en la dirección opuesta. Europa se convierte en un bastión contra los migrantes. Esta política respecto a la mayoría de electores, la mayoría de electores son cristianos católicos. ¿Usted cómo se siente con esta situación?, con esta triste situación.
Papa Francisco:
Es cierto que tanta gente de buena voluntad, no solo católicos, está un poco presa del temor, que es la prédica usual del populismo. El miedo, se siembra miedo y después se toman las decisiones. El miedo es el inicio de las dictaduras. Vayamos un siglo atrás, a la caída del imperio de Weimar (Alemania). Esto lo repito mucho, Alemania necesitaba una salida, y con promesas y miedos, Hitler fue para adelante. Conocemos el resultado. Aprendamos de la historia. Esto no es nuevo. Sembrar miedo es recoger maldad, y también esterilidad. Pensemos en el invierno demográfico de Europa. También nosotros que habitamos Italia, bajo cero. Piensen en la falta de memoria histórica, Europa fue hecha de migraciones, esta es su riqueza. Pensemos en la generosidad de los países que hoy tocan a la puerta de Europa. Con los migrantes europeos del 84 del sur.
Piensen en el tiempo después de las dos guerras, con los migrantes en masa (hacia) América del Norte, América del Sur. Mi padre fue para allá en la postguerra. La acogida. Que Europa un poco de gratitud, puede tener.
Es cierto que, para ser comprensivos diré dos cosas: es verdad que el primer trabajo que tenemos que hacer es buscar que las personas que migran por guerra o hambre, no tengan esta necesidad. Pero si Europa, así de generosa, vende las armas a Yemen para matar a los niños, ¿cómo hace Europa para ser coherente? Lo digo como ejemplo, pero Europa vende las armas.
Después está el problema del hambre, la sed. Si Europa quiere ser “la madre Europa” y no “la abuela Europa”, debe invertir, debe buscar inteligentemente ayudar a levantar con la educación, con inversiones, y esto no es mío, lo dijo la canciller Merkel, una cosa que ella lleva bastante adelante.
Impedir la migración pero no por la fuerza, sino por la generosidad, la inversión educativa, económica, etc. Esto es muy importante.
Lo segundo, es verdad que un país no puede recibir a todos, pero esta toda la Europa para distribuir a los migrantes. Porque la acogida tiene que ser con el corazón abierto, después acompañar, promover e integrar. Si un país no puede integrar, tiene que pensar rápido en hablar con los otros países: ¿Tú cuántos puedes integrar? Para dar una vida digna a la gente.
Otro ejemplo que yo lo viví en carne propia en el tiempo de la dictadura del Operativo Cóndor en Argentina, Chile y Uruguay. Fue Suecia la que recibió con una generosidad impresionante. Aprendían pronto el idioma, encontraban trabajo, casa. Ahora se siente en Suecia un poco la dificultad para integrar y lo dice, pide ayuda.
Cuando yo fui a Lund el año pasado me acogió el Primer Ministro, pero en la ceremonia de bienvenida había una joven ministra, creo que de Educación, era un poco mestiza ¿Por qué? Porque era hija de una sueca y un migrante africano. Así integra un país que yo pongo como ejemplo.
Pero para esto se necesita generosidad, hace falta ir adelante. Con el miedo no iremos adelante, con los muros permaneceremos cerrados en estos muros. Estoy haciendo una prédica, discúlpame.
Cristiana Caricato - TV2000:
Santo Padre, usted apenas ha hablado del miedo, del riesgo de dictaduras que este temor pueden generar. Hoy un ministro italiano en referencia al Convenio de Verona ha dicho que más miedo que de la familia debe haber miedo al islam. Según él estamos en riesgo de dictadura en nuestro país, según usted es fruto del prejuicio, del desconocimiento. ¿Qué cosa piensa sobre esto? Usted denuncia con frecuencia las acciones del diablo, lo ha hecho recientemente, me parece que en el último periodo ha estado muy activo, también en la Iglesia. Según usted, qué se necesita para contrarrestarlo, sobre todo por el escándalo de la pedofilia, ¿bastan las leyes? ¿Por qué está así de activo el diablo en estos momentos?
Papa Francisco:
Buenísimo, gracias por la pregunta. Un periódico, después de mi discurso al final del encuentro con los presidentes (de los episcopados del mundo) ha dicho: “El Papa ha estado avispado. Primero ha dicho que la pedofilia es un problema mundial, una plaga mundial, después ha dicho algo sobre la Iglesia, y al final se ha lavado las manos y ha echado la culpa al diablo”. Un poco simplista, ¿no? Aquel discurso es claro.
Un filósofo francés en los años 70s había hecho una distinción que a mí me ha dado mucha luz, se llamaba Roqueplo (Philippe). Me ha dado una luz hermenéutica. Él decía “para comprender una situación se necesita dar todas las explicaciones y después buscar las significaciones, qué cosa significa socialmente, personalmente o religiosamente”. Y yo busco de dar todas las explicaciones, y también las medidas de las explicaciones, pero hay un punto en el que no se entiende sin el misterio del mal. Piensa en esto: La pedopornografía virtual. Hubo dos importantes encuentros, uno en Roma y uno en Abu Dhabi. Yo me pregunto: ¿Cómo esto se ha convertido en algo cotidiano? ¿Cómo puede ser -estoy hablando de estadísticas serias-, que si quieres ver un abuso sexual de un menor en vivo, lo puedes ver con la pedopornografía virtual, te lo hacen. No digo mentiras, está en las estadísticas. Yo me pregunto, los responsables del orden público, ¿no pueden hacer nada?
Nosotros en la Iglesia haremos de todo para terminar con esta plaga. Y en ese discurso di medidas concretas, que ya estaban antes del encuentro cuando los presidentes de las conferencias me dieron ese elenco (de medidas) que les di a todos ustedes.
Los responsables de esta porquería, ¿son inocentes? Aquellos que ganan dinero con esto. En Buenos Aires, una vez con dos parlamentarios de la ciudad, no del gobierno nacional, habíamos hecho una ordenanza, no es una ley, sino una disposición no vinculante para los hoteles de lujo, donde se decía que pusieran en la recepción que en este hotel no se permiten las relaciones con menores. Ninguno quiso colocarlo. “No, no se puede, porque parece que somos sucios. Se sabe que nosotros no lo hacemos…”, pero sin el cartel.
Un gobierno, por ejemplo, ¿no puede individualizar dónde se hacen estos videos con los niños? Todos filmados en vivo. Esto para decir que la plaga mundial es grande, pero para decir también que esto no se comprende sin el espíritu del mal. Es un problema concreto, debemos resolverlo concreto, pero decir que es el espíritu del mal.
Para resolver esto hay dos publicaciones que recomiendo: un artículo de Gianni Valente, creo que en Vatican Insider, que habla de los donatistas. Es el peligro de la iglesia hoy de convertirse en donatista haciendo solo prescripciones humanas, que se deben hacer, pero sólo esto olvidando las otras dimensiones espirituales, la oración, la penitencia, la acusación de uno mismo, que no somos habituados a hacerlas. Porque para vencer al espíritu del mal, no sirve lavarse las manos y decir el diablo lo hace. También nosotros debemos luchar contra el diablo, como debemos luchar con las cosas humanas.
La otra publicación es una que ha hecho la Civiltá Cattolica. Yo había escrito un libro en 1987, “Las cartas de la tribulación”, un libro con las cartas del padre superior jesuita de entonces cuando estaba por ser disuelta la compañía. Yo hice un prólogo, e hicieron un estudio sobre las cartas que yo hice al Episcopado chileno y la gente de Chile, cómo actuar con esto. Las dos partes, la parte digamos humana, científica, de seguir adelante; contra la parte legal y después la parte espiritual.
Lo mismo hice con los obispos de Estados Unidos, porque las propuestas eran de una organización, metodología, un poco sin voluntad, pero era descuidada esta segunda dimensión espiritual. Con los laicos, con todos, pero yo quisiera decirles que la Iglesia no es una Iglesia congregacionalista, es católica, donde el obispo debe tomar esto en mano esto como el pastor, también el Papa. Pero cómo tomar en las manos, con las medidas disciplinarias, la oración, la penitencia, el acusarse a uno mismo.
En esa carta que escribí antes que comenzaran los ejercicios espirituales, esa dimensión también está bien explicada. Para mí sería grato si ustedes estudian ambas cosas: la parte humana y también la parte de la lucha espiritual. Gracias.
Gisotti:
De verdad hemos agotado el tiempo y no me gusta decirlo pero ha sido una conferencia de prensa que ya se alargó demasiado…
Cristiana Caricato - TV2000:
¿Italia está en riesgo de dictadura por el miedo al islam?
Papa Francisco:
De verdad, de política italiana no entiendo. Leí en el Espresso algo de un “Día de la Familia”. No sé que sea, se que es uno de esos tantos “días” que se han hecho. He leído la carta que el Cardenal Parolin ha enviado y estoy de acuerdo. Una carta pastoral, educada, de un corazón de pastor. Pero de política italiana no me pregunten, no entiendo. Gracias.
Gisotti:
Hay sólo un minuto para una pequeña sorpresa para dos colegas que ayer cumplieron años: Phil Pullella y Gerard O’Connell, dos grandes colegas, y esto es un pequeño regalo también de parte de la comunidad de sus colegas y de todos nosotros.
Papa Francisco:
Me dicen que usted en más viejo que yo… ¡Pero aquí dice 45 y aquí 50! ¡Muchas felicidades! Gracias y buen viaje, que tengan una buena cena y recen por mí, por favor. ¡Gracias!
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