Previamente a la oración mariana del Ángelus de este 5 de julio, el Papa Francisco reflexionó sobre el Evangelio del día, ante los fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro. Jesús no es un
“un modelo para los resignados ni simplemente una víctima”, sino que es
“el modelo de los pobres de espíritu y de todos los otros bienaventurados del Evangelio, que cumplen la voluntad de Dios y testimonian su Reino”. A ellos Jesús se dirige hoy en un mundo que exalta a quien se hace rico y poderoso, llamándolos a ser
“constructores de una nueva humanidad”.
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