ES MOMENTO DE DEFENDER A LA SANTA MADRE IGLESIA: PALABRAS DEL PAPA EN LA CONCLUSIÓN DEL SÍNODO SOBRE LOS JÓVENES (27/10/2018)

Concluyeron los trabajos del Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional: la sinodalidad de los obispos, la frescura de los jóvenes, la generosidad en las relaciones entre unos y otros, marcaron las más de tres semanas de convivialidad, escucha y respeto mutuo que llevaron finalmente, en la tarde de este 27 de octubre, a la lectura y la votación, punto por punto, del documento final que fue aprobado por el Pontífice. El documento fruto del Sínodo es “para nosotros”, dijo el Papa refiriéndose a los padres sinodales. “Somos los primeros destinatarios del documento”, para “estudiarlo, hacer oración con él, pedirle luces”. En la conclusión del Sínodo, el Papa Francisco dirigió un discurso improvisado en el que remarcó tres cosas. La tercera de ellas fue en relación a nuestra Santa Madre Iglesia: “Quería decirlo al final del Sínodo”, dijo. “Es un momento difícil porque el acusador a través de nosotros ataca a la Madre y a la Madre no se le toca”. Compartimos a continuación el texto completo de su discurso, traducido del italiano:

Gracias a todos. Gracias al Cardenal Baldisseri, a los presidentes, a los delegados, al relator, a los subsecretarios, les dije que la verdad que se jugaron la piel y ahora nos dejaron los huesos, porque realmente están consumidos. Y los expertos hemos visto como se pasa de un texto mártir a una comisión mártir. La comisión de redacción, que realmente aplicó mucho esfuerzo y con mucha penitencia hizo esto. Gracias a ustedes, auditores, y en especial, gracias a los jóvenes que nos trajeron su música al aula. La música es la palabra diplomática para decir “ruido”. Gracias.

Algunas cosas que llevo en el corazón.

Reiterar una vez más que el Sínodo no es un parlamento. Es un espacio protegido para que el Espíritu Santo pueda actuar. Y por eso las informaciones que se ofrecen son de carácter general. Y no los detalles, los nombres, la formas de decir las cosas… con las cuales, el Espíritu Santo trabaja en nosotros. Este ha sido un espacio protegido. No olvidemos que ha sido el Espíritu quien ha trabajado aquí.

El resultado del Sínodo no es un documento. Lo dije al comenzar. Estamos llenos de documentos… Y yo no sé si este documento allá afuera hará algo, pero lo que sí sé es que ha de actuar en nosotros. Tiene que trabajar desde nosotros. Nosotros, en la comisión preparamos el documento, lo estudiamos, presentamos los modos, lo aprobamos. Y ahora el Espíritu nos entrega a nosotros el documento para que trabaje en nuestros corazones, somos nosotros los destinatarios del documento. Porque este documento ha de trabajar y para que trabaje hay que orarlo, hay que estudiarlo, hay que pedir luces… Pero el documento es para nosotros principalmente. Claro, va a ayudar a muchos más, pero los primeros destinatarios somos nosotros. El Espíritu ha hecho todo esto, no lo olvidemos por favor.

Y lo tercero, pienso en nuestra Madre, la Santa Madre Iglesia. Los últimos 3 números sobre la santidad nos muestran lo que es la Iglesia. Nuestra madre es santa, pero los hijos son pecadores. Somos todos pecadores. Y no olvidemos aquella expresión de los padres, la casta meretrix, la Iglesia santa, la Madre santa, con hijos pecadores. A causa de nuestros pecados, está siempre el gran acusador que anda merodeando, vagando, buscando a quien acusar, y en este momento nos está acusando con fuerza, y esta acusación se transforma también en una persecución. Lo dice el presidente hoy, su pueblo se encuentra perseguido tal como pasa en Oriente y en otros lugares del mundo también. Hay 2 tipos de persecuciones, constantes que buscan ensuciar a la Iglesia. Pero a la Iglesia no hay que ensuciarla, los hijos somos todos sucios pero la Madre no lo es, y en este momento tenemos que defender a la Madre, y a la Madre la defendemos del gran acusador con la oración y la penitencia. Y por eso les he pedido que durante este mes, que está por terminar, recen el Rosario a San Miguel Arcángel para que proteja a la Santa Madre Iglesia. Se trata de un momento difícil porque el acusador, por medio de nosotros, ataca a la Madre, y a la Madre, y a la Madre no se le toca.

Esto quería decirlo de todo corazón al terminar el Sínodo. Y ahora, el Espíritu Santo hará trabajar este documento, a todos nosotros nos hará reflexionar sobre lo que significa para nosotros.

Comentarios