ANUNCIAR EL EVANGELIO ES NECESARIO Y URGENTE: PALABRAS DEL PAPA EN EL ENCUENTRO CON COMUNIDADES EVANGÉLICAS EN REP. CENTROAFRICANA (29/11/2015)

El anuncio del Evangelio es "necesario y urgente", lo dijo el Papa Francisco durante su encuentro con las comunidades Evangélicas en Bangui, capital de República Centroafricana, el domingo 29 de noviembre, mientras recordaba que el pueblo de este país está "marcado por pruebas de violencia que provocan mucho sufrimiento". En la Facultad de Teología Evangélica, donde fue recibido con un coro de bienvenida, el Obispo de Roma se reunió con diferentes representantes de la plataforma interreligiosa que ha llevado a cabo el proceso de paz del país. Compartimos a continuación, el texto completo de su discurso, traducido al español:

Queridos hermanos y hermanas:

Me alegra estar en esta Facultad de Teología Evangélica. Agradezco al Decano de la Facultad y al Presidente de la Alianza Evangélica Centroafricana sus amables palabras de bienvenida. Con profundo sentimiento de amor fraterno, saludo a cada uno de ustedes y, por su medio, también a los miembros de sus comunidades. Todos estamos aquí para servir al mismo Señor resucitado, que nos congrega hoy; y, gracias al mismo Bautismo recibido, estamos invitados a anunciar la alegría del Evangelio a los hombres y mujeres de este querido País de Centroáfrica.

Desde hace demasiado tiempo, su pueblo está marcado por pruebas y violencia que provocan tanto sufrimiento. Eso hace que el anuncio del Evangelio sea más necesario y urgente. Porque es la carne del mismo Cristo quien sufre, que sufre en sus miembros predilectos: los pobres de su pueblo, los enfermos, los ancianos y los abandonados, los niños huérfanos o que han sido abandonados a su suerte, sin guía y sin educación. Son también todos aquellos cuya alma y cuerpo han sido heridos por la violencia y el odio; aquellos a los que la guerra les ha quitado todo, el trabajo, la casa, sus seres queridos.

Dios no hace distinción entre los que sufren. A esto lo he llamado con frecuencia el ecumenismo de la sangre. Todas nuestras comunidades sin distinción sufren a causa de la injusticia y el odio ciego que el demonio desencadena; y en esta circunstancia, quiero expresar mi cercanía y mi solicitud hacia el Pastor Nicolás, cuya casa ha sido recientemente saqueada e incendiada, así como la sede de su comunidad. En este difícil contexto, el Señor no deja de enviarnos a manifestar a todos su ternura, su compasión y misericordia. Este sufrimiento común y esta misión común son una ocasión providencial para progresar juntos en el camino de la unidad; y son también un medio espiritual indispensable. ¿Cómo podría el Padre rechazar la gracia de la unidad, aunque todavía imperfecta, a sus hijos que sufren juntos y que en diversas ocasiones se unen para servir a los hermanos?

Queridos hermanos, la división de los cristianos es un escándalo, porque es ante todo contraria a la voluntad del Señor. Es también un escándalo frente al odio y la violencia que desgarra a la humanidad, frente a las numerosas contradicciones que se alzan contra el Evangelio de Cristo. Por eso, y apreciando el espíritu de respeto mutuo y de colaboración que existe entre los cristianos en su país, los animo a proseguir por este camino, sirviendo juntos con caridad. Es un testimonio de Cristo, que construye la unidad.

Que, con ánimo siempre creciente y con vistas a la plena comunión que anhelamos, añadan a la perseverancia y a la caridad el servicio de la plegaria y de la reflexión en común, en búsqueda de un mejor conocimiento recíproco, de una mayor confianza y amistad.

Les aseguro que los acompañaré con mi oración en este camino fraterno de servicio, reconciliación y misericordia, un camino largo pero lleno de alegría y esperanza.

Pido al Señor Jesús que bendiga a todos ustedes, que bendiga sus comunidades y bendiga también a nuestra Iglesia. Y les pido que recen por mí. Muchas gracias.

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