NO ESTAMOS SOLOS: HOMILÍA DEL PAPA EN LA MISA EN TLACOBAN (17/01/2015)
El Santo Padre muy temprano la mañana de este 17 de enero tomó el avión que lo llevó a la ciudad de Tacloban en la isla de Leyte, el epicentro del tifón en 2013, que se cobró la vida de más de 6,000 personas devastando la isla. La tormenta tropical no impidió la celebración de la Santa Misa en el área del aeropuerto que acogió a unas 500,000 personas.
El santo padre a pesar de que llevaba preparada la homilía, decidió improvisar una homilía en español en ese momento que fue traducida al inglés para transmitirla a la asamblea. Compartimos a continuación el texto de la homilía improvisada del papa Francisco:
Tantos de ustedes se han preguntado mirando a Cristo: ¿por qué Señor? Y el Señor responde al corazón de cada uno, desde su corazón. Yo no tengo otras palabras que decirles. Miremos a Cristo, Él es el Señor y Él nos comprende porque pasó por todas las pruebas que nos sobrevienen a nosotros.
Y junto a Él en la cruz estaba la madre. Nosotros somos como ese chico que está ahí abajo, que en los momentos de dolor, de pena; en los momentos en que no entendemos nada, en los momentos en que queremos revelarnos, solamente nos viene estirar la mano y agarrarnos de su pollera y decirle: "¡Mamá!". Como un chico que cuando tiene miedo dice: "¡Mamá!". Es quizás la única palabra que puede expresar lo que sentimos en los momentos oscuros: ¡madre!, ¡mamá!.
Hagamos juntos un momento de silencio, miremos al Señor, Él puede comprendernos porque pasó por todas estas cosas. Y miremos a nuestra Madre y como el chico que está abajo agarrémonos de la pollera y con el corazón digámosle "Madre". En silencio hagamos esta oración, cada uno dígale lo que siente...
No estamos solos, tenemos una madre, tenemos a Jesús nuestro hermano mayor. No estamos solos. Y también tenemos muchos hermanos que, en el momento de catástrofe, vinieron a ayudarnos. Y también nosotros nos sentimos más hermanos ayudándonos, que nos hemos ayudado unos a otros.
Esto es lo único que me sale decirles. Perdónenme si no tengo otras palabras. Pero tengan la seguridad de que Jesús no defrauda; tengan la seguridad que el amor y la ternura de nuestra madre no defrauda. Y agarrados a ella como hijos y con la fuerza que nos da Jesús nuestro hermano mayor sigamos adelante. Y como hermanos caminemos.
Después de la comunión, el papa Francisco hizo la siguiente oración en voz alta:
Acabamos de celebrar la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo. Jesús nos precedió en este camino y nos acompaña en cada momento que nos reunimos a orar y celebrar. Gracias Señor por estar hoy con nosotros. Gracias Señor por compartir nuestros dolores. Gracias Señor por darnos esperanza. Gracias Señor por tu gran misericordia. Gracias Señor porque quisiste ser como uno de nosotros. Gracias Señor porque siempre estas cercano a nosotros, aún en los momentos de cruz. Gracias Señor por darnos la esperanza. Señor ¡qué no nos roben la esperanza! Gracias Señor porque en el momento más oscuro de tu vida, en la cruz, te acordaste de nosotros y nos dejaste una madre, tu madre. Gracias Señor por no dejarnos huérfanos
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