QUE SIEMPRE EXISTA LA FRATERNIDAD Y LA BONDAD: HOMILÍA DEL PAPA EN LA MISA DE LA CENA DEL SEÑOR (24/03/2016)

El Papa Francisco presidió este jueves 24 de marzo por la tarde, la Misa de la Cena del Señor en el Centro de Acogida para los Solicitantes de Asilo a las afueras de Roma, donde lavó los pies a una voluntaria y once refugiados –entre ellos tres musulmanes y un hindú-; y en su homilía denunció que mientras Jesús, siendo el Maestro, lava los pies; en el atentado de Bruselas estuvo un Judas que detrás tiene a los traficantes de armas que quieren sangre y guerra, y no la fraternidad. Compartimos a continuación el texto completo de su homilía, traducido del italiano:

Los gestos hablan más que las imágenes y las palabras. Los gestos. Hay en esta Palabra de Dios que hemos leído dos gestos. Jesús que sirve, que lava los pies. Él, que era el jefe, lava los pies a los suyos, a los más pequeños. Un gesto.

Segundo gesto. Judas que va con los enemigos de Jesús, con aquellos que no quieren la paz con Jesús a tomar el dinero con el cual ha traicionado a Jesús, las treinta monedas. Dos gestos.

También hoy, aquí hay dos gestos. Esto, todos nosotros, juntos, musulmanes, hindúes, católicos, coptos, evangélicos... pero hermanos, hijos del mismo Dios que queremos vivir en paz. Integrados. Un gesto. Hace tres días, un gesto de guerra, de destrucción, en una ciudad de Europa de gente que no quiere vivir en paz. Pero detrás de aquel gesto, como detrás de Judas, estaban otros. Detrás de Judas estaban aquellos que han dado el dinero para que Jesús fuera entregado. Detrás de aquel gesto están los fabricantes, los traficantes de armas que quieren la sangre, no la paz. Que quieren la guerra, no la fraternidad. Dos gestos. Lo mismo.

Jesús lava los pies, Judas vende a Jesús por dinero. Ustedes, nosotros, todos juntos, distintas religiones, distintas culturas, pero hijos del mismo Padre, hermanos y allá, pobres aquéllos que compran las armas para destruir la fraternidad. Hoy, en este momento, cuando yo haga el mismo gesto de Jesús de lavar los pies a ustedes doce, todos nosotros estamos haciendo el gesto de la fraternidad y todos nosotros decimos, "somos distintos, somos diferentes, tenemos diferentes culturas y religiones pero somos hermanos y queremos vivir en paz". Y este es el gesto que hago con ustedes. Cada uno de nosotros tiene una historia en la espalda. Cada uno de ustedes tiene una historia en la espalda. Tantas cruces y tanto dolor, pero tiene también un corazón abierto que quiere la fraternidad.

Cada uno, en su lengua religiosa, ore al Señor para que esta fraternidad se contagie en el mundo. Para que no existan las treinta monedas para matar al hermano. Para que siempre exista la fraternidad y la bondad. Así sea.

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