HABLEN CLARO, ESCUCHEN CON HUMILDAD: EL PAPA A LOS PADRES SINODALES (06/10/2014)

Esta mañana, en presencia del Santo Padre, tuvo lugar en el Aula del Sínodo la Primera Congregación General del Sínodo de los Obispos sobre "Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización". El Papa saludó a los Padres Sinodales y a todos los colaboradores del Sínodo desde los relatores, a los consultores, pasando por los traductores y a todas las personas que "han trabajado con entrega, paciencia y competencia durante muchos meses, leyendo, evaluando y elaborando los temas, textos y tareas de esta Asamblea General Extraordinaria".

A continuación, el texto completo pronunciado por el Papa, traducido del italiano:

Eminencias, Beatitudes, Excelencias, hermanos y hermanas:

Les doy mi cordial bienvenida a este encuentro y les agradezco de corazón por su calificada presencia y asistencia.

A nombre suyo quiero expresar mi vivo y sentido agradecimiento a todas las personas que han trabajado con dedicación, con paciencia y con competencia por largos meses, leyendo, evaluando y elaborando los temas, los textos y los trabajos de esta Asamblea General Extraordinaria.

Permítanme dirigir un particular y cordial agradecimiento al Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo, a Mons. Fabio Fabene, Vice-secretario, y junto a ellos a todos los relatores, los escritores, los consultores, los traductores ya todo el personal de la Secretaría del Sinodo de los Obispos. Han trabajdo incansablemente, y continúan trabajando, para el buen éxito del presente Sínodo: ¡Muchas gracias de verdad y que el Señor les recompense!

Agradezco igualmente al Consejo post-sinodal, al relator y al Secretario General; las Conferencias Episcopales que han trabajado de verdad tanto y, con ellos, a los tres Presidentes delegados.

Les doy las gracias también a ustedes, queridos cardenales, patriarcas, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas por su presencia y por su participación que enriquece los trabajos y el espíritu de colegialidad y sinodalidad por el bien de la Iglesia y de las familias. En este espíritu de sinodalidad, he deseado que se hiciera la elección del relator, del secretario general y de los presidentes delegados. Los primeros dos han sido elegidos directamente por el Consejo post-sinodal, elegido de entre los participantes en el último Sínodo. En cambio, como los presidentes delegados deben ser elegidos por el Papa, he pedido al mismo Consejo post-sinodal que me propusieran los nombres, y he nombrado a aquellos que el Consejo me propuso.

Ustedes traen la voz de las Iglesias particulares reunidas a nivel de Iglesias locales mediante las Conferencias Episcopales. La Iglesia universal y las Iglesias particulares son de institución divina; las Iglesias locales así entendidas son de institución humana. Ustedes traerán esta voz en sinodalidad. Es una gran responsabilidad: llevar las realidades y las problemáticas de las Iglesias para ayudarlas a caminar por ese camino que es el Evangelio de la familia.

Una condición general de base es ésta: Hablen claro. Que nadie diga: "Esto no se puede decir; pensarán de mí esto o lo otro..." Hay que decir todo lo que se siente con parresía (con atrevimiento y con verdad)...Después del último consistorio (febrero de 2014) donde se habló de la familia, un cardenal me escribió diciendo: "Qué pena que algunos cardenales no hayan tenido valor de decir algunas cosas por respeto al Papa, creyendo que, a lo mejor, el Papa pensase algo distinto". Esto no está bien. No es sinodalidad, porque hay que decir todo lo que en el Señor sentimos que tenemos que decir, sin respeto humano, sin miedo. Y, al mismo tiempo, se tiene que escuchar con humildad y acoger con el corazón abierto lo que dicen los hermanos. Con estas dos actitudes se ejerce la sinodalidad.

Por eso les pido, por favor que tengáis estas dos actitudes de hermanos en el Señor: hablen con parresía y escuchen con humildad.

Y háganlo con mucha tranquilidad y paz, porque el Sínodo se desarrolla siempre "cum Petro et sub Petro" y la presencia del Papa es garantía para todos y custodia de la fe.

Queridos hermanos, colaboremos todos para que se afirme con claridad la dinámica de la sinodalidad. Gracias

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