EL VATICANO ENVÍA UN MENSAJE A LOS BUDISTAS POR LA FIESTA DE VESAKH
A través del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, el Vaticano envió un mensaje de felicitación a los budistas en esta fiesta.
En él se hace un especial énfasis en una educación que fomente el diálogo interreligioso entre los jóvenes como una garantía para la paz y la justicia.
Les compartimos este mensaje que consideramos importante, como muestra de la actitud de diálogo y no de confrontación, que debe ser característica de los jóvenes católicos.
1. En nombre del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso me complace ofrecer de nuevo, este año, mis sentidas felicitaciones con ocasión del Vesakh/Hanamatsuri. Es mi deseo que esta fiesta anual traiga alegría y serenidad a los corazones de todos ustedes alrededor del mundo.
2. Hoy en día, cada vez en más aulas de todo el mundo, estudiantes que pertenecen a distintas religiones y creencias se sientan juntos, aprendiendo unos con otros y unos de otros. Esta diversidad da lugar a retos y enciende una reflexión más profunda acerca de la necesidad de educar a los jóvenes a respetar y comprender las creencias y prácticas religiosas de los demás, de crecer en el conocimiento de las suyas, de avanzar juntos como seres humanos responsables y de estar dispuestos a trabajar codo con codo con personas de otras religiones para solucionar conflictos y promover la amistad, la justicia, la paz y el desarrollo humano auténtico.
3. Con Su Santidad Papa Benedicto XVI, reconocemos que la educación verdadera puede fundamentar una apertura a la trascendencia como también a los que están a nuestro alrededor. Donde hay una educación real, existe una oportunidad para el diálogo, para la interrelacionalidad y para la escucha receptiva del otro. En una atmósfera como ésta, los jóvenes sienten que son valorados por lo que son y por lo que son capaces de aportar; aprenden como crecer en el aprecio a sus hermanos y hermanas cuyas creencias y prácticas son diferentes de las suyas. Cuando esto ocurra, se encontrará la alegría, al ser personas de solidaridad y compasión llamadas a construir una sociedad justa y fraternal dando así esperanza para el futuro. (Cf. Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero 2012).
4. Como budistas ustedes trasmiten a los jóvenes la sabiduría sobre la necesidad de abstenerse de hacer daño a los demás y de vivir vidas de generosidad y compasión; una práctica que debe ser reconocida y valorada como un don precioso para la sociedad. Éste es un modo muy concreto en el que la religión contribuye a educar a las nuevas generaciones, compartiendo la responsabilidad y colaborando con los demás.
5. De hecho, los jóvenes son un activo para todas las sociedades. A través de su autenticidad nos animan a encontrar respuestas a las preguntas más fundamentales sobre la vida y la muerte, la justicia y la paz, el significado del sufrimiento y las razones para la esperanza. De este modo nos ayudan a progresar en nuestra peregrinación hacia la Verdad. Por su dinamismo, como constructores del futuro, nos meten prisa para que destruyamos todos los muros que desgraciadamente aún nos separan. A través de sus preguntas alimentan el diálogo entre religiones y culturas.
6. Queridos amigos, unimos nuestros corazones a los suyos y oramos para que juntos podamos guiar a los jóvenes con nuestro ejemplo y nuestra enseñanza para ser instrumentos de justicia y paz. Compartamos la responsabilidad común que tenemos hacia las generaciones presentes y futuras, instruyéndolas para que sean pacíficas y constructoras de paz.
Feliz Vesakh/Hanamatsuri.
Jean-Louis, Cardenal, Tauran
Presidente
Presidente
Arzobispo Pier-Luigi Celata
Secretario
Secretario
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