QUE LA FE SE CONVIERTA EN TESTIMONIO: HOMILÍA DEL PAPA EN LA SOLEMNIDAD DEL BAUTISMO DEL SEÑOR (08/01/2017)

Por cuarta vez en su Pontificado, el Papa Francisco presidió la misa en la Capilla Sixtina este 8 de enero, día en que se celebra la Solemnidad del Bautismo del Señor, administrando el Sacramento del Bautismo a 13 niñas y 15 niños. La liturgia habla del Bautismo de Jesús, "en el Espíritu Santo y en el fuego" (Lc 3, 16). Reproducimos a continuación la breve homilía que pronunció el Papa Francisco, traducida del italiano:

Queridos padres, ustedes han pedido para sus hijos la fe, que les será dada en el bautismo. La fe, esto significa vida de fe porque la fe debe ser vivida, y caminar por el camino de la fe y dar testimonio de la fe. La fe no es recitar el credo los domingos cuando vamos a la misa, la fe no es solamente esto. La fe es creer en la verdad de Dios Padre que ha enviado a su Hijo y el Hijo nos da el espíritu que nos vivifica. La fe es confiar en Dios y eso es lo que ustedes tienen que enseñar a sus hijos con el ejemplo y con la vida.

La fe es luz. En esta ceremonia les será dada una vela encendida como en los primeros días de la Iglesia, y por eso en aquel tiempo el bautismo se llamaba la iluminación porque la fe ilumina el corazón, "hace ver las cosas con otra luz". Ustedes han pedido la fe, la Iglesia da la fe con el bautismo a sus hijos, y ustedes tienen el compromiso de hacerla crecer, custodiarla y que se convierta en testimonio para todos los demás. Éste es el sentido de esta celebración, solamente esto quería decirles: custodiar la fe, hacerla crecer, de modo que sea testimonio para los otros.

Después... ha comenzado el concierto, (los niños comienzan a llorar) porque los niños se encuentran en un lugar que no conocen, los han levantado antes de lo común, empieza uno... da la nota, y los otros imitan... sencillamente porque ha llorado el otro. Jesús también hizo lo mismo, a mí me gusta pensar que la primera predicación de Jesús en el pesebre fue un llanto. Después como la ceremonia es muy larga, algunos lloran de hambre. Si es así, ustedes madres, sin vergüenza amamántenlos, como la Virgen amamantó a Jesús. No se olviden: ustedes han pedido la fe, ustedes tienen el compromiso de hacer crecer esta fe de modo que se convierta en testimonio para todos nosotros, también para nosotros, obispos, sacerdotes...todos. Gracias.

Comentarios